Una carta frente al silencio

Científicos afectados por el ajuste en el CONICET publicaron un documento en el que denuncian el incumplimiento del Acta Acuerdo, firmada en diciembre de 2016, por parte del MINCYT. Piden retomar los espacios de negociación y que la solución alcance a la totalidad de los investigadores.

(Agencia CTyS-UNLaM) – El martes pasado, mediante una carta abierta dirigida al presidente Mauricio Macri y al ministro de la cartera de Ciencia, Dr. Lino Barañao, las agrupaciones de investigadores y becarios denunciaron que la propuesta realizada “violaría en forma flagrante” uno de los puntos del Acta Acuerdo firmada a fines de 2016, ya que el salario de un Jefe de Trabajos Prácticos se encuentra 7.000 pesos por debajo de lo que le corresponde a un Investigador Asistente de CONICET.

El conflicto por el ingreso a la Carrera de Investigador Científico del CONICET de casi 500 becarios recomendados todavía sigue vigente. Durante la última instancia de negociación, el por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva presentó, de manera informal, la posibilidad de reinserción de los científicos en universidades nacionales y organismos descentralizados como el INTA para trabajar en investigación y desarrollo.

Desde entonces, el diálogo permanece trunco. Sin embargo, las conversaciones entre el Ministerio y las universidades continuaron su curso. Frente a esto, las agrupaciones gremiales y de científicos decidieron elevar el conflicto a otro plano. El 7 de julio pasado, ATE Capital y la Red Federal de Afectadxs enviaron una carta documento para el cumplimiento de lo acordado en diciembre.

En esta oportunidad, la carta abierta expresa que la propuesta “perpetúa la precariedad laboral” de los científicos, en tanto que desconoce los concursos ganados en el CONICET para otorgar, en su lugar, “cargos que deberán ser concursados a los dos años”. Por otra parte, la reubicación de los científicos puede no coincidir con su zona geográfica de residencia y de trabajo.

Por último, en el documento se cuestiona la estrategia con la que el Gobierno busca resolver el conflicto, puesto que implica la asignación de fondos para costear cargos y facilitar traslados que podrían adjudicarse al CONICET para incorporar a los casi 500 científicos que habían sido evaluados satisfactoriamente para seguir la carrera de investigador en el organismo estatal.

Sin fondos para el CONICET
El lunes pasado, el Poder Ejecutivo publicó en el Boletín Oficial la Decisión Administrativa 543/2017, en la que se establece la adjudicación de fondos complementaria a lo establecido por el Presupuesto Nacional 2017 para determinados sectores, entre ellos, el de Ciencia.

Un análisis desarrollado por la Mesa sobre Innovación Tecnológica e Investigación (MITI) estima que, de los 8.000 millones de pesos de incremento al presupuesto, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCYT), la Agencia y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) percibirían la suma de 1.657 millones de pesos.

El 77 por ciento de los fondos asignados a ciencia provienen del Tesoro Nacional, mientras que el 23 por ciento restante corresponde a acuerdos preexistentes con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).

Sin embargo, el CONICET, eje de la disputa por los cambios en su política de incorporación de personal, no está contemplado en esta nueva partida presupuestaria. Según señala la MITI, el organismo requería de 250 millones de pesos para solucionar su conflicto, es decir, un 15 por ciento del refuerzo otorgado al área de ciencia.

“En la comparativa entre 2017 y 2016, considerando para ambos períodos tanto las asignaciones originales como los refuerzos, se observa un incremento nominal del 12 por ciento para los programas bajo jurisdicción del MINCYT. Un porcentaje significativamente por debajo de la inflación, con lo cual la capacidad de gasto del área sigue estando en zona de ‘recorte’”, concluye el análisis.