Elaborando su propia realidad con harina y levadura

El Instituto Nacional de Tecnología Industrial transfirió el módulo productivo de una panadería y asistió técnicamente a una comunidad indígena de Formosa, de manera que sus miembros puedan autogestionar la producción de alimentos. Además, el emprendimiento genera nuevos puestos de trabajo y facilita el acceso a una dieta saludable.

Nadia Luna (Agencia CTyS) - Ante la mirada entusiasta de sus creadores, la panadería “Wichí Laka Pan Wet” abre sus puertas. Como una ráfaga traviesa, las postales de los casi tres años de preparativos acarician a todos los presentes. Refaccionar las instalaciones del local, capacitarse en la gestión del emprendimiento, sentir la satisfacción de ver la obra realizada. Finalmente, mientras una cinta simbólica se corta, un lazo entre dos culturas se crea. Y otro desafío comienza.

A fines de 2009, una referente de la comunidad wichí de la localidad formoseña de Ingeniero Juárez, situada a 460 km. de la capital provincial, solicitó al gobierno nacional el desarrollo de un proyecto productivo que permita responder a las necesidades del pueblo. Así fue como el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) empezó a trabajar con ellos, a través de la sede de Formosa y del Programa de Abastecimiento Básico Comunitario (ABC) de la sede Central.

En primer lugar, los profesionales realizaron un relevamiento de las actividades productivas de la comunidad y sus necesidades. “Nos decidimos por la panadería porque era una actividad en la que ellos ya habían trabajado. Por lo tanto, contaban con recursos humanos que conocían del tema y con las instalaciones que habían utilizado antes”, señala a la Agencia CTyS el ingeniero Mario Jarzinski, del INTI Formosa.

El objetivo del Programa es transferir la tecnología a sectores populares y promover la autogestión en la producción de alimentos. Además, la iniciativa permite generar puestos de trabajo y facilitar el acceso a una dieta saludable y de bajo costo. Ahora que el local ya fue inaugurado, el INTI realizará un seguimiento, pero toda la cadena productiva, desde la cosecha de la harina de algarroba hasta la venta, estará a cargo de los wichí. Lo que se dice, una panadería hecha por y para la comunidad.

Un rico aprendizaje

Luego del relevamiento, los técnicos idearon un modelo de intervención, que consistió en el financiamiento del módulo productivo, la asistencia técnica y la capacitación de la comunidad en distintos aspectos, como la elaboración de los productos panificados, la gestión de costos, la calidad e inocuidad alimentaria y el manejo de las maquinarias.

Jarzinski cuenta que el principal desafío que debieron encarar fue más social que técnico. “Nosotros no teníamos experiencia en trabajar con comunidades aborígenes. Un inconveniente que tuvimos fue en torno al tema del liderazgo porque ellos se manejan por intermedio de un cacique. Además, al principio eran descreídos respecto a una intervención ajena en su actividad productiva. No obstante, al superar esas barreras pudimos interactuar muy bien con ellos”, asegura.

Mientras el olorcito a medialunas recién hechas comienza a recorrer la comunidad, los técnicos del INTI ya están pensando en desarrollar otros módulos productivos para abastecer a toda la localidad. “Queremos industrializar la producción de la chaucha de algarrobo para obtener la harina. También, solicitamos financiamiento para comprar un horno”, indica el ingeniero.

Ingeniero Juárez cuenta con una población de 19 mil habitantes, de los cuales 5 mil pertenecen a las etnias Toba y Wichí. La situación económica y cultural de las comunidades aborígenes en el país está lejos de ser ideal. Sin embargo, a partir de su experiencia personal con los wichí, Jarzinski reflexiona: “Ellos estaban convencidos de que con una actividad productiva podían salir de la situación en la que se encontraban. A partir de allí, nosotros pusimos todo el empeño para poder lograrlo. Obviamente, esto representa apenas un granito de arena, pero si tienen claro lo que quieren hacer, me parece que lo que viene es mucho más auspicioso”.