Salvando a la rana del Valcheta: distinguen a un científico argentino con el “Óscar Verde”

El biólogo Federico Kacoliris fue distinguido con el prestigioso Premio Whitley 2025 por su trabajo en la conservación de esta especie, una de las más amenazadas de Argentina. Desafíos, objetivos y el trabajo en equipo detrás de este proyecto que busca salvar a este anfibio y proteger su hábitat único en Río Negro.

Nicolás Camargo Lescano (Agencia CTyS-UNLaM)- “Cuando hablamos de conservar una especie en peligro, hablamos también de conservar una historia que tiene millones de años. Hablamos de conservar el hábitat y a todas las especies que viven en él”, postula Federico Kacoliris, investigador del CONICET y licenciado en Biología. La frase viene a cuento de un enorme reconocimiento: Kacoliris fue recientemente galardonado con el Premio Whitley 2025, conocido popularmente como el “Óscar verde”.

La distinción es otorgada por la organización benéfica británica Fondo Whitley para la Naturaleza (WFN, por las siglas en inglés). El premio fue por su trabajo en la preservación de una de los anfibios más amenazados de Argentina: la ranita del Valcheta, inmersa en un delicado ecosistema al sur de la provincia de Río Negro. Además, es el único lugar del mundo donde esta especie vive.

“Este reconocimiento es muy importante para nuestro equipo de trabajo. Es uno de los premios más competitivos en el campo de la conservación a escala internacional- cuenta Kacoliris a la Agencia CTyS-UNLaM, vía mail-. Participan cientos de proyectos excelentes de todo el mundo y el filtro de evaluación es muy riguroso. El hecho de haber sido seleccionados entre tantos proyectos, dentro de los seis finalistas, nos garantiza que, de alguna manera, lo que estamos haciendo está teniendo un impacto positivo real en la conservación del medio ambiente”.

Identikit de una especie en situación S.O.S.

Explica Kacoliris que la Ranita del Valcheta -también llamada ranita del Rincón o ranita de Chipaquil- se encuentra entre los anfibios más amenazados del país. “La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza considera a esta especie como ‘Críticamente Amenazada’. Esto significa que tiene altas probabilidades de extinguirse en la naturaleza en el corto plazo”, advierte el científico.

Además, la Sociedad Zoológica de Londres la ubica en el Top 10 de “especies evolutivamente únicas y altamente amenazadas”. Está rankeada como número 9 en términos de prioridad de conservación a escala internacional, entre las más de ocho mil especies de anfibios del mundo. Aunque Kacoliris aclara que no todas las especies han sido aún evaluadas.

La Ranita en cuestión, Pleurodema somuncurense, es un animal casi totalmente acuático, que habita únicamente en las cabeceras del Arroyo Valcheta, en la provincia rionegrina. El arroyo, pequeño y aislado, nace de termales y mantiene temperaturas cálidas en sus cabeceras. Incluso en invierno, lo cual es poco común para un arroyo patagónico.

“El aislamiento y las aguas termales permitieron la evolución de esta ranita y de otra especie de gran relevancia de conservación, la Mojarra Desnuda, con quien comparten el hábitat – puntualiza el investigador-. Es decir, lo que hace muy especial a estas especies es el lugar donde viven y donde evolucionaron. Hablamos de una historia de probablemente millones de años y de animales que existen solo aquí y en ninguna otra parte del mundo”.

🐸 Top 10 EDGE: La ranita del Valcheta está rankeada como la novena especie de anfibios más prioritaria del mundo, según la Sociedad Zoológica de Londres.

Factores que amenazan a la ranita del Valcheta y otras especies en peligro crítico

Cuando el equipo empezó a trabajar con este animal, apenas había tres especies de anfibio en peligro crítico en el país. “Hoy este número asciende a ocho, lo que demuestra que la situación de este grupo de animales a escala nacional viene empeorando”, aduce.

La categoría En Peligro de la Lista Roja Nacional es la máxima categoría de amenaza que una especie en estado silvestre puede tener, previo a la extinción. Y los factores que se tienen en cuenta para incluirlas en esta categoría son muy variados.

“Uno muy importante es el área de distribución: cuanto menor es, mayor es la chance de que se extinga – explica a la Agencia CTyS-UNLaM la doctora Melina Velasco, integrante del equipo de trabajo-. Otro factor son las tendencias en el hábitat, es decir, si se está reduciendo o fragmentando o si se mantiene estable. También se considera si las poblaciones están creciendo o decreciendo y qué amenazas están impactando en estas poblaciones”.

Acciones para el rescate: restauración de hábitats y cría ex situ

Para evitar la extinción de la ranita, el equipo implementa diversas acciones de conservación. El objetivo es recuperar las poblaciones silvestres y asegurar su supervivencia a largo plazo en su hábitat natural, al sur de Río Negro.

“Restauramos el hábitat creando santuarios donde, mediante clausuras, impedimos el acceso de vacas a sectores específicos donde las ranas se reproducen, permitiendo que se recupere la vegetación nativa. Como en algunos de estos hábitats la especie se había extinto localmente, creamos un centro de cría ex situ de esta rana. Primero en la sección Herpetología del Museo de La Plata, y luego la mudamos al EcoParque de Buenos Aires, con quienes tenemos un convenio de colaboración”, enumera Rodrigo Calvo, otro de los integrantes del equipo.

ranita del Valcheta
El objetivo del equipo es recuperar las poblaciones silvestres y asegurar su supervivencia a largo plazo en su hábitat natural, al sur de Río Negro. Fuente imagen: gentileza investigador.


El grupo también desarrolla un programa de saneamiento de las cabeceras del Arroyo, que se basa en remover a las truchas para que el hábitat vuelva a ser apto para las ranas y las mojarras nativas. “La idea no es sacar a las truchas de todo el arroyo, ya que para algunos pobladores representan un recurso potencial, sino sectorizar el arroyo en dos porciones. Las cabeceras así quedarían libres de truchas para que puedan desarrollarse las especies endémicas allí”, aclara.

🌱 Las acciones de conservación de la ranita del Valcheta combinan restauración del hábitat, cría ex situ y manejo de especies invasoras en la Patagonia argentina.

Actores clave para salvar a la ranita del Valcheta: ciencia, ONG, comunidades y financiamiento internacional

La conservación de la ranita del Valcheta es una tarea colectiva que une ciencia, organizaciones, autoridades ambientales y comunidades locales. Según Kacoliris, el éxito del proyecto depende de la articulación de estos actores, cada uno aportando desde su rol técnico, logístico, financiero o social.

“Hay mucha articulación con autoridades ambientales, provinciales y nacionales. Además de certificar el trabajo, muchas veces ponen a disposición su colaboración técnica y logística- agrega el biólogo-. Las ONG, tanto nacionales como internacionales, brindan su apoyo de diversas maneras. Por ejemplo, la Fundación Hábitat & Desarrollo, con quienes estamos trabajando para el establecimiento de una reserva natural que proteja a estas y otras especies de la región”.

A ello se le suman los financistas que, en palabras del científico, permiten que existan recursos disponibles para movilizar todas estas acciones. “Whitley Fund for Nature, por ejemplo, nos ha brindado una ayuda importantísima para movilizar el trabajo del año 2025 y parte del 2026. No solo con financiamiento, sino también facilitando contactos, comunicando nuestro trabajo y sumándonos a una red de especialistas de conservación de todo el mundo”, subraya.

Kacoliris destaca también a un actor social clave: los pobladores locales. “Su colaboración y participación en nuestro proyecto, con su conocimiento del área y de las especies que habitan ahí, son insumos claves para el desarrollo de este proyecto. En algunos casos hablamos de conocimiento ancestral”, remarca el científico galardonado.

El investigador señala que su compromiso es el de trabajar con ellos en colaboración, buscando formas alternativas y novedosas que les permitan mantener y mejorar su estilo y condiciones de vida. “En definitiva -cierra Kacoliris- ellos son y serán los guardianes que garanticen el éxito a largo plazo de toda esta iniciativa.


La labor es científica, el trabajo es en equipo

El equipo está integrado por Melina Velasco, Sofía Quiroga, Hernán Povedano, Igor Berkunsy, Rodrigo Calvo, Nicolás Stangatti y Ayelén Lutz, todos licenciados y doctores en Biología. Además, formaron parte de la creación de la Fundación Somuncura, donde se toman a esta rana y a la mojarra como “banderas para promover la conservación y el desarrollo sustentable de toda esa región”

“Quienes trabajamos en Fundación Somuncura realizamos nuestros estudios de grado y posgrado en universidades públicas. Y la mayoría somos actualmente investigadores del CONICET. Esto demuestra el valor de estas instituciones en la formación de profesionales”, valora.