“El objetivo principal está puesto en la difusión y en la promoción de la nanotecnología”

Vera Álvarez, flamante presidenta de la Fundación Argentina de Nanotecnología, repasa en esta entrevista los principales desafíos, metas y potencialidades de este campo multidisciplinar en el país. Además, aborda las posibilidades de la articulación con el sector productivo, de la Ley de Promoción de la Bio y Nanotecnología y de la necesidad de fortalecer las políticas de género.

Nicolás Camargo Lescano (Agencia CTyS-UNLaM)- La nanotecnología, ese fascinante y complejo mundo que se dedica al diseño y manipulación de la materia a escala casi atómica con múltiples propósito y objetivos, crece en Argentina a pasos agigantados, valga la paradoja. Con una conformación multidisciplinaria, este campo está ofreciendo respuestas en energías renovables, alimentos, ambiente y salud, entre otras.

Uno de los principales actores en este escenario es la Fundación Argentina de Nanotecnología (FAN), quien se dedica a promover el desarrollo de proyectos y emprendimientos con nanotecnología y a difundirlos en distintos sectores de la sociedad. A través de una designación del ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, la FAN tendrá, por primera vez, a una presidenta mujer. Se trata de Vera Álvarez, investigadora del CONICET y vicedirectora del Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (CONICET-UNMDP), quien, durante dos años, presidirá el Consejo de Administración de la Fundación.

“Sin dudas, la FAN está muy bien posicionada, lo cual nos coloca en un desafío mayor. Es un momento para ver dónde estamos parados, definir nuestros objetivos y metas y qué cosas se deben cambiar. Por supuesto, también es clave, en el corto plazo, definir el aspecto del presupuesto, para poder realizar las actividades que nos proponemos” destaca Álvarez a la Agencia CTyS-UNLaM, además de repasar los desafíos y potencialidades de la nanotecnología de cara al futuro.

¿Cómo tomaste esta designación y cómo se encuentra, hoy por hoy, la FAN?

Ha sido una enorme alegría. Hace diez años que formo parte de la FAN, los primeros ocho como vocal y los últimos dos como secretaria, en el Comité Ejecutivo. Es un lugar muy interesante para trabajar tanto por el equipo como por los desafíos y las propuestas que continuamente se hacen, lo que lleva a que la FAN y la nanotecnología hayan crecido enormemente en estos años. A modo de ejemplo, el área de difusión lleva adelante el concurso “Nanotecnólogos por un día”, que lleva 11 ediciones y donde se organizan charlas en escuelas de todo el país. Y lo que ocurre ahora, a diferencia de las primeras ediciones, es que las charlas las dan investigadores de esos mismos lugares. Se armó una red de investigadores en el campo de la nanotecnología que están mucho más organizados y que confían en la FAN. Además, hay una distribución tanto geográfica como etaria y de género que le da algo muy interesante.

¿Qué vínculos existen con el sector productivo, más allá de los aspectos científicos?

A nivel de composición, la FAN cuenta con un consejo asesor científico y un consejo asesor empresarial, para debatir y trabajar todas las propuestas que surgen en este campo. Es un aspecto muy interesante como desafío, todo lo que implique la vinculación con el sector social y productivo. De hecho, hay una vinculación tanto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación como con el Ministerio de Desarrollo Productivo. Promovemos iniciativas que luego dan respuestas en diversos escenarios. En nuestra propia sede, por ejemplo, hay quince empresas incubadas, y muchas de ellas son las que han ofrecido soluciones en la pandemia, como el caso de INMUNOVA y el suero equino anti-covid. Y como vicepresidenta está Laura Toledo, quien actualmente es directora de FONARSEC y tiene un enorme conocimiento de la Fundación y del ecosistema de emprendedores, entre otros aspectos, que resultan esenciales.

Las flamantes autoridades de la SAN, junto a autoridades del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación. Fuente imagen: prensa MINCyT.


¿De qué forma estos aspectos de vinculación pueden repercutir en otros ámbitos, más allá de lo científico?

Todas estas acciones pueden repercutir en lo productivo. Buscamos cómo hacer para que la nanotecnología genere trabajo, genere exportaciones, genere divisas, más allá de que el objetivo principal es la difusión y la promoción de la nanotecnología en el país. Desde hace muchos años se está trabajando en la vinculación, en el área de coordinación entre lo público y lo privado y en cómo responder a problemáticas donde la nanotecnología puede ofrecer respuestas. Hay un carácter multidisciplinario con la física, la química, la biología, la electrónica y la ingeniería de materiales que la hace realmente interesante.

Recientemente se aprobó el proyecto de Ley de Promoción de la Bio y Nanotecnología. ¿Qué posibles implicancias tendría esta ley?

Tiene un montón de impactos en el financiamiento y las regulaciones, aspectos fundamentales para que se pueda trabajar mejor. El proyecto busca ampliar el alcance de actividades que incorporen biotecnología y nanotecnología a sus espacios. Dar estos beneficios implica incentivar a las empresas a trabajar en estas áreas, a sumar conocimiento de estos campos. Habrá, por ejemplo, líneas de financiamiento donde las empresas se pueden presentar y donde tendrán que interactuar con grupos de investigación para resolver problemáticas. Es un escenario sumamente positivo.

El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Daniel Filmus, junto a la presidenta y vice del Consejo de Administración de la FAN, Vera Álvarez y Laura Toledo. Fuente imagen: prensa MINCyT.


¿Cómo ha sido trabajada la política de género en la FAN en estos años y qué rol ocupará en tu gestión?

La cuestión del género siempre ha sido muy importante en la FAN. La directora ejecutiva, por ejemplo, siempre fue mujer. Es cierto que había muchos menos mujeres cuando empecé, éramos dos de nueve en el Consejo. Ahora, tenemos presidenta y vicepresidenta y son siete las mujeres y dos los hombres, pero, a su vez, no tenemos a nadie con otra identidad de género. Sin dudas, es un tema crítico. En toda la historia, hubo solo dos presidentas en el CONICET y las rectoras, por ejemplo, son solo el 13 por ciento del total. Son escenarios que lentamente se van modificando, pero en relación a las diversidades, estamos muy atrasados, incluso en el diagnóstico. Estamos muy interesados en avanzar en este tema y buscar la forma de trabajarlo, como parte de los desafíos a futuro.