Una lucha que no cesa

Este jueves se realizó la primera reunión de la Comisión Mixta de Seguimiento creada en diciembre pasado. El CONICET reconoció que son 498 los afectados dentro del acta y evitó dar precisiones acerca de cómo continuará la resolución.

Agencia CTyS-UNLaM – A más de un mes de la firma del acuerdo, y luego de varios días de toma, debates, plenarios y articulación colectiva, los 517 científicos desplazados del CONICET aguardan su reubicación, al tiempo que evalúan un panorama “preocupante” en varios frentes.

En la mañana de hoy se realizó el primer encuentro de la Comisión Mixta de Seguimiento, en la que se definieron las tareas, la organización y la periodicidad de las reuniones con los funcionarios de MINCyT y CONICET, a la espera de una propuesta para reencauzar a los profesionales desplazados en sus actividades científicas.

Durante la jornada, se confirmó que los científicos rechazados no fueron los 517 iniciales, sino 498, y que los funcionarios incluyeron a 19 personas en la lista de ingresantes a la Carrera de Investigador Científico (CIC) que no habían aprobado las dos instancias de evaluación, pero que luego fueron eliminadas de la lista, sin haber sino notificados de estos cambios.

“El problema —sostiene Pablo di Nápoli, integrante de la agrupación Becarios Empoderados— es que estos 19 compañeros pensaban que estaban dentro del grupo y que iban a tener prórroga de becas. En cambio, este 31 de marzo se les termina la beca actual y se quedan sin trabajo, y eso ocurre porque no son transparentes los mecanismos de evaluación”.

Para subsanar el error en las listas, los integrantes de la Comisión —repartidos entre la Red Federal de Afectados (RFA), Jóvenes Científicos Precarizados (JCP), Ciencia y Técnica Argentina (CyTa), Científicos y Universitarios Autoconvocados, Becarios Empoderados, ATE, CONADU y CONADU Histórica— exigieron la prórroga de la beca durante un año, iniciativa que todavía no fue respondida por los funcionarios.

Alarmas sobre el acuerdo

MINCYT y CONICET ofrecieron otorgar becas extraordinarias, por el lapso de un año, a los 498 investigadores recomendados y excluidos de la Carrera de Investigador Científicos. La medida, si bien logra dilatar los tiempos de resolución del conflicto, representa una merma en el salario que deberían recibir como investigadores, y una quita del aguinaldo y la obra social que les correspondería en su cargo real.

Además, los funcionarios propusieron reubicar a los científicos doblemente recomendados pero rechazados en distintas instituciones descentralizadas del sistema científico y técnico argentino, así como en diversas universidades públicas. No obstante, hasta el momento no se ha definido cómo y cuándo se harán las transferencias.

En esa línea, los científicos afectados cuestionan la eficacia de esta solución por varios motivos. En primer lugar, porque vulnera la autonomía de las instituciones sugeridas respecto de su personal. En segundo lugar, por la dificultad de compatibilizar los cargos científicos de la carrera de CONICET con los cargos universitarios (a los que se ingresa por concurso) y los cargos de organismos como el INTA y la CONAE. Por último, porque estos espacios enfrentan dificultades económicas no tan lejanas a lo que ocurre en CONICET.

“La propuesta del gobierno parece inviable porque, en un contexto de ajuste generalizado, las universidades no quedan exentas y están siendo ahogadas financieramente. La Jefatura de Gabinete se comprometió a poner el dinero para nuestra reubicación, pero, si está el dinero, ¿por qué no lo invierten en CONICET?”, objeta di Nápoli, becario posdoctoral del área de las Ciencias Sociales.

Contexto

El pasado 23 de diciembre, tras más de una semana de paro y toma del edificio del CONICET, científicos y funcionarios llegaron a un acuerdo en el que se prorrogaba la beca posdoctoral de una parte de los afectados por la disminución del cupo de ingreso a la institución, y la reubicación de los profesionales en distintos organismos descentralizados del Sistema Nacional de Ciencia y Técnica, y en universidades

Si bien el reclamo por la incorporación efectiva de los investigadores al CONICET se mantenía en pie, la solución paliativa y el avance de las negociaciones iban a ser fiscalizados por una Comisión Mixta de Seguimiento creada en ese mismo acuerdo.

Luego de la firma del acta, los investigadores recomendados, que no ingresaron a la Carrera de Investigador Científico, se nuclearon en la Red Federal de Afectados (RFA), desde la que formularon un pliego con reclamos salariales y pedido de garantías laborales para desarrollar su actividad científica.

A su vez, las distintas organizaciones gremiales y de científicos autoconvocados comenzaron a articular entre sí para arribar a las primeras reuniones de la Comisión Mixta de Seguimiento con requisitos unificados. Así se realizaron dos Plenarios Nacionales de Trabajorxs de Ciencia y Tecnología, a los que asistieron más de 400 investigadores de 20 delegaciones de todo el país.

Con varios meses de lucha y movilización a cuestas, los becarios e investigadores trazaron un camino de reconocimiento de su labor como trabajadores del Estado y coincidieron en que la denuncia de las problemáticas laborales, derivadas de la política científica, debía trascender el ámbito del MINCYT y el CONICET e incluir a la sociedad en la discusión sobre el futuro de la ciencia, por lo que planearon futuras actividades en los que su realidad sea visualizada mediante la interacción con la ciudadanía.

“Esto que sucede es demostración suficiente de lo importante que es comprender determinados procesos y fenómenos sociales. Hay un reclamo común, una organización unificada, en pos de ciertas luchas concretas y de la revisión crítica de la política científica en general. Hoy  todo el país está movilizado. Tenemos que continuar en ese camino y, sobretodo, lograr una articulación federal muy fuerte”, concluye di Nápoli.