Igualdad de géneros en ciencia: más y mejores herramientas

Autoridades del Programa Nacional para la Igualdad de Géneros en Ciencia, Tecnología e Innovación compartieron metas y planes de trabajo de esta iniciativa, con un fuerte componente de articulación y transversalidad.

Nicolás Camargo Lescano (Agencia CTyS-UNLaM)- De acuerdo a las estadísticas realizadas en Argentina, alrededor de un 60 por ciento de las personas que trabajan en el sistema científico y tecnológico son mujeres. Sin embargo, un análisis más profundo indica que estas cifras no ocultan ni detienen todo tipo de desigualdades en los derechos de las mujeres.

Para combatir esta situación y trabajar en metodologías que ofrezcan más equidad, a mediados de 2020, se lanzó el Programa Nacional para la Igualdad de Géneros en Ciencia, Tecnología e Innovación. Este martes, sus autoridades brindaron una charla virtual para difundir las actividades realizadas el año pasado y los objetivos para 2021.

“Es importante trabajar estos temas, a efectos de poder conocer qué es lo que sucede, y crear políticas para lograr esa tan mentada igualdad que creemos que es necesaria”, resaltó durante el encuentro Humberto Cisale, subsecretario de Evaluación Institucional del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT).

Cisale, además, resaltó que es la primera vez que se cuenta con la posibilidad de presentar datos que incluyan la totalidad del sistema científico del país. “La problemática de la violencia contra la mujer debe ser atendida. Hay que trabajar para solucionar esas desigualdades, pero también entendemos que las realidades entre países y regiones son distintas. Por eso, es importante que no abarquen a una sola área, sino a todo el sistema”, precisó.

Por su parte, la Directora Nacional de Programas y Proyectos del MINCyT, Guillermina D’Onofrio, compartió los lineamientos, planes de trabajo y objetivos del Programa, además de brindar algunas cifras que dan cuenta de las diferencias actuales en cuestión de género.

“La igualdad es un terreno en construcción. Cuando se analizan las estadísticas, se ve que las mujeres están subrepresentadas en campos como las ingenierías o muchas de las disciplinas que componen las Ciencias Exactas y Naturales. Al mismo tiempo, están sobrerrepresentas en áreas como las Ciencias Sociales, Humanas y de la Salud”, detalló.

A ese escenario, continuó D’Onofrio, se le suma el efecto tijera: la paridad en el comienzo de la carrera de investigador, con números similares entre becarias y becarios, da lugar a una fuerte desigualdad en los últimos escalafones, con mayor presencia de hombres en los cargos de Investigador Superior para el CONICET, o categorías 1 y 2 del Plan de Incentivos-.

Con respecto al acceso a lugares de toma de decisiones en las instituciones del área, las cifras indican que solo dos de cada diez autoridades de los organismos son mujeres.

Herramientas para el cambio

D’Onofrio resaltó el carácter transversal y ambicioso del Programa, lanzado en junio de 2020, y que tiene varios objetivos centrales. “El primero es hacer de las instituciones de Ciencia y Tecnología ambientes propicios para el desempeño y el progreso con igualdad. Incluye cuestiones de promoción de cambio cultural, sobre todo, modificar comportamientos sexistas y androcéntricos; el apoyar un mejor balance entre la vida personal y laboral en toda la comunidad científica y favorecer el ingreso y la permanencia de mujeres”, expresó la funcionaria.

El segundo objetivo busca la promoción de incorporación de la perspectiva de género en los procesos de I+D+i (Investigación, Desarrollo e innovación), para que las investigaciones “incorporen la perspectiva y análisis de género en su propia investigación, para lograr trabajos de mejor calidad”, detalló D’Onofrio.

El Programa, asimismo, tiene como metas claves la promoción de la igualdad de mujeres y población LGTBI+ en el acceso a posiciones jerárquicas; trabajar articuladamente con el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad y cooperar con el desarrollo de estudios, investigaciones y transferencias con otros organismos.

En la misma línea, la directora Nacional de Programas y Proyectos compartió algunas de las líneas de trabajo que vienen llevando a cabo, como un registro de acciones en género y ciencia, “un sistema de fichas que muestren acciones que están realizando hoy las instituciones científicas y que puedan servir para que otras instituciones que quieran hacer acciones similares se puedan contactar- contó D’Onofrio”.

Además, se elaboran informes de capacidades en género, a partir de los sistemas de información propios. “Buscamos quiénes están investigando, qué capacidades tenemos, si hay redes, cuánto producen, cómo lo hacen, quienes financian. Y queremos que esas mujeres sean convocadas a mesas de trabajo del tema de su expertise”, amplió.

Como se busca sumar la perspectiva de género en instrumentos de política, durante 2020 se hizo asistencia técnica a los equipos de los premios Distinción Investigador/a de la Nación y del Premio INNOVAR del MINCyT. “Se trabajó en cómo se podían elaborar sus bases y convocatorias, el armado de comisiones evaluadoras, o si figuraba lenguaje androcéntrico, entre otras cuestiones”, especificó.

Otros planes de trabajo incluyen la comunicación de ciencia y tecnología con perspectiva de género, la articulación con políticas transversales, en los que se conjugan diversos planes nacionales que motoriza el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad. También, se realiza un fuerte trabajo a partir de la Ley Micaela, que establece la capacitación obligatoria en género y violencia de género para todas las personas que se desempeñan en la función pública en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación.

Para más información, se puede acceder a la página: https://www.argentina.gob.ar/ciencia/igualdaddegeneros, o escribir a generoyciencia@mincyt.gob.ar.