Una red de parcelas de biodiversidad para la producción sustentable

Un grupo interdisciplinario de científicos del INTA, la Universidad Nacional de la Patagonia Austral y el CONICET estudian el suelo y la biodiversidad de la Patagonia Sur para lograr un adecuado uso de los recursos y evitar la degradación del medioambiente.

Gaspar Grieco (Agencia CTyS) - Los ecosistemas a lo largo de las provincias de Santa Cruz y Tierra del Fuego son diversos. Los pastizales de la estepa, los bosques, los humedales (denominados mallines) y las turberas muestran una gran variedad de especies animales y vegetales. Estas frías extensiones comenzaron a ser pobladas hace aproximadamente 10 mil años, cuando los pueblos indígenas convivían en forma armónica con el ambiente. Sin embargo, en los últimos 100 años, el uso intensivo de los recursos ha generado la degradación de miles de hectáreas y la pérdida de suelos para la producción.

Para promover el manejo sustentable de los suelos patagónicos, la Universidad Nacional de La Patagonia Austral, el INTA y el Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC-CONICET) crearon en 2006 la “Red Parcelas de Ecología y Biodiversidad de ambientes naturales en Patagonia Austral” (PEBANPA). Esta iniciativa permitió el relevamiento de más de mil parcelas donde se mide la biodiversidad de flora y fauna y las condiciones climáticas de cada sitio.

“Queremos generar bienes y servicios pero en un marco de sustentabilidad. El trabajo en las parcelas va a asesorar a los organismos públicos, tanto del gobierno nacional como del provincial, para la toma de decisiones con respecto a esos sitios”, explica a la Agencia CTyS, el doctor e ingeniero forestal, Pablo Peri, responsables del proyecto e investigador del CONICET.

Desde que se conformó la Red PEBANPA en Santa Cruz se establecieron 234 parcelas permanentes y 355 semipermanentes en diferentes ecosistemas. En tanto, en Tierra del Fuego, se han establecido hasta la actualidad 761 parcelas, 136 para estudios sobre ecología de bosques y manejo forestal, y 625 para estudios de biodiversidad.

Como las economías regionales de la Patagonia sur están basadas, fundamentalmente, en la producción de ganado ovino, lana y madera; las parcelas estudiadas están distribuidas en un amplio gradiente longitudinal y latitudinal, lo cual representa diferentes condiciones ambientales y climáticas. Pueden observarse en bosques históricamente utilizados para la producción maderera y en bosques “no aprovechados”, y, también, en sitios en donde prima la actividad ganadera: pastizales, humedales y arbustales.

“Desde el grupo de trabajo partimos de la premisa de que la actividad humana es la base de una producción sustentable. Entonces, la generación de productos debe garantizar que las generaciones venideras tengan las posibilidades de aprovechar y proveer lo mismo”, subraya el investigador.

En las parcelas seleccionadas el grupo interdisciplinario realiza distintos tipos de mediciones: biodiversidad de plantas y plántulas, características físicas y químicas del suelo, grado de erosión, mediciones climáticas, biodiversidad de insecto y aves y descomposición de plantas y nutrientes.

“La red PEBANPA estimula la sustentabilidad de las economías regionales a futuro, ya que queremos mejorar el valor agregado de nuestros productos y mantener la capacidad productiva. Para lograrlo, es clara la articulación entre el sector productivo y las políticas nacionales, regionales y provinciales”, opina el ingeniero forestal.

Desde esta lógica, el investigador remarca “la necesaria articulación entre el sector productivo y las políticas de Estado” y destaca el accionar de la Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos (26.331) promulgada en el año 2007.

Siendo el último  tramo del período de instalación de las parcelas, los investigadores aglutinados en PEBANPA ya se preparan para el análisis de la evolución de los más de dos mil sitios elegidos.