Una red científica con acento latinoamericano

En el cierre de TECNOx, que durará toda la semana, universidades de Argentina, Brasil, Colombia y México exponen sus proyectos para resolver problemáticas locales como el glifosato o el dengue. El evento busca generar vínculos y cooperación entre los científicos de la región.

Agencia CTyS-UNLaM La consigna de la competencia era tan simple como compleja: elegir una problemática local y proponer una solución desde la ciencia. Y el evento de cierre de TECNOx, en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, fue testigo de una gran variedad y riqueza en los proyectos presentados: desde un equipo que busca una detección fácil y económica de la bacteria que produce el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) hasta un sensor para el glifosato, pasando por un detector de minas antipersona mediante moscas.

TECNOx parece ser de esas competencias en las que realmente ganan todos. Porque el objetivo final de este proyecto-iniciado a mediados del año pasado y cuyo cierre será el próximo viernes- no sólo es el impulso de ideas que puedan ayudar a la sociedad, sino también la generación de una red de investigadores y científicos a nivel regional que puedan articularse para un enriquecimiento mutuo. De hecho, en la competencia participaron universidades de Argentina, Brasil, Colombia y México, quienes trabajaron con las herramientas de la biología sintética, de la nanotecnología o de las TICs.

“La verdad, no lo podríamos haber soñado mejor. Hemos juntado a más de cien personas, entre graduados, estudiantes, investigadores y docentes”, destacaron Ignacio Sánchez y Alejandro Nadra. Doctores en Biología e investigadores del CONICET, ambos decidieron llevar a cabo esta empresa luego de participar en competencias de biología sintética en Estados Unidos, donde obtuvieron varias menciones. Claro que la competencia que ellos harían tendría una filosofía diferente.

“En lo posible intentamos promover la responsabilidad que tenemos los científicos para involucrarnos en el contexto en el que estamos. Es decir, estar atentos a qué herramientas tenemos para mejorar nuestro entorno”, subrayó Nadra. Sánchez, a su vez, resaltó la idea de comunidad que se generó a partir del evento y se mostró muy conforme con la presentación de los distintos grupos, integrados por investigadores y docentes pero también por estudiantes de grado.

A los proyectos de la identificación de la bacteria que produce el SUH y del glifosato –ambos de la UBA, el primero de la Facultad de Farmacia y Bioquímica y el segundo de la de Agronomía- se le suma el de la UNSAM, que busca diseñar biofimls para estructuras sumergidas; el de la Fundación UADE, que se propone detectar flúor en el agua, y el de Exactas y Naturales de la UBA, que busca una rápida y fácil detección del dengue.

Entre las ideas internacionales, los equipos de Guanajuato y Cuernavaca (México) trabajan en el desarrollo de una curita inteligente, el primero, y de biotecnología basado en rotavirus, el segundo. De los dos de Colombia, uno busca desarrollar en el detector de minas antipersona y el restante se propuso implementar un detector de mercurio. El de Brasil, por último, se abocó al proyecto de la biorremediación de mercurio mediante un organismo genéticamente modificado.

Las mejores iniciativas propuestas serán premiadas por un jurado de expertos nacionales e internacionales. Se reconocerán los proyectos en rubros como la mejor comunicación pública de la ciencia, compromiso social, proyecto innovador y mejor producción interdisciplinaria, entre otros.

Una fuente inagotable de proyectos

Durante esta semana, y en simultáneo con el acto de cierre de TECNOx, se realiza el workshop “Interdisciplina aplicada y tecnologías disruptivas para Latinoamérica”, organizado por CELFI (Centro Latinoamericano de Formación Interdisciplinaria) y que reúne a expertos de los ámbitos público y privado con la comunidad latinoamericana de innovación.

Durante el acto de apertura, junto a Nadra y Sánchez, estuvieron el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, el doctor Lino Barañao, y la directora de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de la UNESCO, Lidia Brito. Ambos destacaron la importancia de ambos eventos para la región y para la solución de problemáticas locales. “Desde el Ministerio aportamos fondos pero lo más difícil es obtener ideas y por eso esperamos que TECNOx sea una fuente inagotable de proyectos e iniciativas”, comentó Barañao.

Brito, por su parte, resaltó el compromiso ético de los científicos con las sociedades, la curiosidad y la pasión de los jóvenes y llamó a impulsar el abordaje multidisciplinar en la ciencia. “Debemos unir a las ciencias exactas y naturales con las sociales y humanidades. El tipo de conocimientos que necesitamos para enfrentar los problemas actuales requiere de todas las áreas”, aseguró. En el acto de apertura también participaron el decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, el doctor Juan Carlos Reboreda, y la doctora Vera Brudny, responsable del CELFI.