"Hay que fomentar una política de largo plazo, donde la Ciencia y la Tecnología contribuyan al desarrollo del pueblo argentino"

El Doctor en Ciencias de la Atmósfera y becario del CONICET, Leandro Díaz, aborda el escenario de la Ciencia y la Tecnología en general y de la Meteorología en particular a partir de las recientes políticas científicas de desfinanciamiento y del ajuste en el presupuesto.

Leandro Díaz (especial para Agencia CTyS-UNLaM)*- En los últimos años, existieron numerosas políticas estatales sobre el sector científico-tecnológico, y el área meteorológica en particular, que permitieron su crecimiento, a través de programas de formación de recursos humanos y financiamiento, obteniendo como resultado el aumento en el número de estudiantes, becarios, investigadores, así como la ampliación y el desarrollo de nuevas líneas de investigación. Eso nos permitió creer en un futuro en este país, donde podíamos contribuir a promover el desarrollo de un sector absolutamente necesario para lograr un país más soberano y justo, donde el conocimiento pudiera contribuir a resolver muchas de las necesidades fundamentales de toda la población.

En la actualidad, los cambios en la cantidad de becas y la política de ingresos del CONICET, el despido de numerosos trabajadores del sector científico-tecnológico, como por ejemplo en el INTI o en Fabricaciones Militares, y la reducción de proyectos en el área satelital o nuclear, dejan cada vez un panorama más negro para el futuro del conjunto de trabajadores del sector. En particular, para el área meteorológica, el Decreto presidencial que congela la incorporación de nuevos empleados en el Estado y la disminución de partidas presupuestarias refuerza la crisis para el Servicio Meteorológico Nacional, que es la principal institución y salida laboral de la disciplina. Esta situación genera un panorama de gran incertidumbre para estudiantes y jóvenes, que nos podemos quedar sin espacio para poder desarrollarnos profesionalmente en este país.

La reciente noticia de la degradación a secretaría del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva termina de poner en evidencia lo que ya resultaba claro por todas las políticas de desfinanciamiento, reducción salarial y reducción de recursos humanos del sector: el desarrollo científico-tecnológico nacional no se encuentra entre las prioridades del gobierno. En línea con un ajuste sobre todo el Estado, cada vez más generalizado tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, es cada día más visible que nuestro sector no es considerado por el Gobierno Nacional como un motor del posible crecimiento y desarrollo de la población y la economía. Por eso, es importante que el conjunto de los trabajadores actuales y futuros del sector alcemos nuestra voz en unidad para evitar que las políticas actuales del Gobierno Nacional sigan avanzando sobre el sector, y realmente podamos fomentar una política de largo plazo, donde la Ciencia y la Tecnología contribuyan al desarrollo del pueblo argentino y sus principales necesidades, integrándose al desarrollo productivo. A pesar del ajuste que sufrimos actualmente, la formación de recursos humanos y el desarrollo institucional que se produjo durante los últimos años brinda esperanza de que esto sea posible, cuando nuevamente las políticas públicas vuelvan a darle el lugar importante que merece el sector.

*Doctor en Ciencias de la Atmósfera. Becario Postdoctoral CONICET, Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CONICET-UBA). Jefe de Trabajos Prácticos, Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos (EXACTAS-UBA).