Descubren restos de una nueva ave fósil de 108 millones de años en Brasil

Científicos argentinos y brasileños hallaron la pata de una nueva especie de ave moderna, bautizada como Kaririavis mater. Para los investigadores, es un descubrimiento inesperado y clave porque probaría que el origen y evolución de este tipo de aves no se habría dado, únicamente, en el Hemisferio Norte.

Nicolás Camargo Lescano (Agencia CTyS-UNLaM)- La ciencia, se sabe, está llena de sesgos y visiones subjetivas, con factores históricos y culturales que influyen en los resultados. En el campo de la paleontología, por ejemplo, desde hace mucho tiempo se venía sosteniendo que el origen y la evolución temprana de las aves modernas había ocurrido únicamente en el Hemisferio Norte. Sin embargo, recientes hallazgos en el estado brasileño de Ceará, con el aporte de científicos argentinos, obliga a rever las hipótesis actuales.

El descubrimiento en cuestión es la pata de una nueva especie de ave moderna que los investigadores bautizaron como Kaririavis mater. Los restos fósiles, de unos 108 millones de años, fueron hallados y estudiados por un equipo formado por paleontólogos de la Universidad Federal de Río de Janeiro, el Museo Argentino de Ciencias Naturales y la Fundación Azara. El trabajo tiene como autor principal al investigador brasileño Ismar de Souza Carvalho.

“En los centros científicos con grandes recursos, como Europa o Estados Unidos, se realizan búsquedas más intensivas y aparecen fósiles y pruebas constantemente- describe a la Agencia CTyS-UNLaM Federico Agnolín, uno de los autores del trabajo e investigador del CONICET-. Eso había generado la hipótesis de que las aves modernas sólo habían tenido origen en el hemisferio Norte. En ese sentido, el hallazgo inesperado de Kaririavis mater en Brasil es muy importante porque reconfigura todo lo que se sabía hasta el momento”.

¿Cómo comprobaron los científicos que el Kaririavis pertenece a las aves modernas? Por una serie de rasgos que se relacionan con los movimientos y la musculatura que va hacia los dedos, y que la pata hallada –que tiene, incluso, impresiones de plumas- también posee.

Para entender la importancia del hallazgo, Sebastián Rozadilla, otro de los paleontólogos que participó en la investigación, destaca la antigüedad del fósil estudiado. “Se trata de una de las aves modernas más antiguas que se conocen, sólo comparable a especies halladas en China. Y fue hallado en una zona realmente espectacular, desde el punto de vista paleontológico, donde ya se habían encontrado restos fósiles de plantas, peces, insectos y pterosaurios. En algunos casos, incluso, se han conservado los patrones de coloración originales”, detalla.

En la época del Kaririavis, si bien Sudamérica ya se había separado de África, la división era, aún, muy reciente. “Lo que hoy puede considerarse como región árida en Brasil, para aquel entonces era costa marina, con lagunas conectadas al mar”, agrega el investigador, doctor en Ciencias Naturales.

Frutos de un trabajo histórico

Cuenta Agnolín que el escenario en relación a los dinosaurios es similar a lo ocurrido con las aves modernas. “Pensando en épocas recientes, los dinosaurios sudamericanos pasaron a ser reconocidos, en gran parte, por los esfuerzos de un paleontólogo argentino, José Bonaparte, quien, durante décadas, trabajó y generó un cúmulo de conocimientos tan grande que hizo que las viejas hipótesis se cayeran”, relata.

Para el científico, además, resulta de enorme relevancia que líneas de estudio de otros países tengan en cuenta el trabajo de grupos paleontológicos argentinos, como el del Laboratorio de Anatomía Comparada del Museo Argentino de Ciencias Naturales, donde Agnolín investiga. “Es un gran orgullo que científicos de otros países nos llamen para que los ayudemos a estudiar y clasificar material fosilizado, como fue el caso de esta ave”, resalta.