Completan la secuencia de genes de la papa

Un equipo argentino de investigadores secuenció el genoma de la papa, luego de cinco años de trabajo conjunto entre la Universidad Nacional de La Plata y el INTA-Balcarce, que formaron parte de un consorcio internacional.

Los investigadores realizaron la secuenciación del cromosoma 3, para la construcción de un mapa genético que identifica la localización de todos los fragmentos de genes relevados por los socios del consorcio y en la secuencia completa de las organelas.

La investigación, en Argentina, contó con el apoyo financiero del INTA y del CONICET; además de fondos provenientes del Programa Cooperativo para el Desarrollo Tecnológico Agroalimentario y Agroindustrial del Cono Sur (PROCISUR), y de la Organización de Estados Americanos (OEA).

El proyecto estuvo a cargo de Sergio Feingold, especialista del INTA-Balcarce, quien, junto a un grupo de colegas, realizó el mapeo parcial del genoma. En la última parte del trabajo, se sumó al Doctor en Física, Luís Diambra, quien trabajó durante la etapa de unión de los fragmentos de cromosoma, mediante técnicas bioinformáticas.

“La secuenciación del genoma de la papa permitirá investigaciones posteriores con un impacto social inmediato; en principio, tenerlo descifrado facilita resolver problemas biotecnológicos, como el accionar de agentes patógenos en la especie y cómo buscar variedades con mejor aporte nutritivo”, destacó Diambra.

Según el investigador del CONICET y miembro del Centro Regional de Estudio Genómicos (CREG) de la Universidad Nacional de La Plata, el tamaño del genoma es de 840 Mpb, es decir, un 25% del genoma humano, y codifica casi 40 mil proteínas.

La secuenciación del genoma consiste en descifrar el orden de los cuatro tipos diferentes de nucleótidos que lo componen: la adenina, la timina, la citosina y la guanina, en el que se almacena toda la información de cómo funciona cada organismo y responde a los diferentes estímulos.

”Este trabajo es importante porque la papa es el tercer cultivo alimentario en importancia en el mundo y no sufre las variaciones y especulaciones de precios, como, por ejemplo, sucede con los granos”, indicó el investigador.

El cultivo de la papa tiene unos 8.000 años de historia y sus orígenes remiten a las orillas del Lago Titicaca, cuando estas tierras estaban ocupadas por las culturas precolombinas. En la actualidad, se producen 325.302.445 toneladas por año, a nivel mundial, y el consumo promedio del habitante mundial es de 31 kg por año, aunque, en Argentina, supera los 55 kg.

Esta investigación abre las puertas a nuevos desafíos biotecnológicos, como por ejemplo, determinar qué genes son los responsables de ciertas características de las variedades de la especie y, así, acelerar los programas de mejoramiento genético.