“Preservar nuestras Áreas Marinas Protegidas es clave para luchar contra el cambio climático”

Especialistas del CONICET aseguran que hasta un 35 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono generadas por la actividad humana son capturadas por el océano. Cuál es la situación en Argentina y por qué es grave que no se monitoreen estas áreas por falta de fondos, bajo la mirada crítica de fuentes expertas.

carbono

Agustina Lima - (Agencia CTyS-UNLaM) - Existe un tipo de carbono que no se almacena en los árboles ni en los suelos, sino en el fondo del mar: el llamado carbono azul. Es aquel que los ecosistemas marinos capturan de la atmósfera y que retienen por más de 100 años. Los manglares, las marismas y los pastos marinos son los ecosistemas más eficaces para este proceso.

Según indicaron desde el equipo, entre el 25 y 35 por ciento del dióxido de carbono generado por la actividad humana es absorbido por el océano. De este total, el océano Antártico acumuló el 45 por ciento, mostrando su importancia como regulador del clima a escala global.

Carbono azul en el Atlántico Sur

En Argentina, un grupo de investigación trabaja desde hace años estudiando la captura y movimiento de este carbono azul en los fondos oceánicos de la región austral de Argentina.

En un reciente estudio publicado en la revista Scientific Reports resaltan que la clave para avanzar en la mitigación del cambio climático puede estar en estas reservas, capaces de regular el clima global y almacenar hasta 6 kilogramos por metro cuadrado de carbono entre los tejidos animales y los sedimentos superficiales (ubicados en los primeros 10 centímetros).

Proteger las Áreas Marinas Protegidas (AMPs) argentinas es fundamental, para conservar tanto sus componentes biológicos y físicos como los procesos ecológicos que en ellas ocurren. El objetivo es asegurar  el funcionamiento saludable de estos sistemas y su preservación a largo plazo”, aseveró Luciana Riccialdelli, investigadora en el Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC- CONICET).

Además, la especialista explicó a la Agencia CTyS-UNLaM el alcance de estas áreas. “Las AMPs forman parte de una red de conservación en la región subantártica, clave para mantener el equilibrio ecológico del extremo sur del planeta y, en consecuencia, contribuir a la salud de los océanos a nivel global”, detalló.

Áreas Marinas Protegidas en Argentina: Datos Administración de Parques Nacionales.

¿Cómo se relacionan  las Áreas Marinas Protegidas con la mitigación del cambio climático?

Desde la Revolución Industrial, a fines del siglo XVIII, aumentaron exponencialmente los gases que atrapan el calor y generan el calentamiento global, entre ellos los que provienen de la quema de combustibles fósiles -carbón, gas y petróleo-. Este fenómeno, conocido como efecto invernadero, está provocando cambios extremos en el clima que son acelerados por la actividad humana.

En este contexto, proteger los ecosistemas que capturan y retienen altas cantidades de carbono, como los bosques y los humedales, entre otros, es una prioridad en los esfuerzos de conservación, ya que ayudan a combatir el cambio climático.

En el estudio, el grupo demostró que  los ecosistemas de estas áreas están almacenando grandes cantidades de carbono y durante largos períodos de tiempo. “Las áreas están atrapando carbono desde la atmósfera, a través de un proceso conocido como ‘bomba biológica de carbono’. Si protegemos estos ecosistemas, también estaríamos reteniendo ese carbono en los fondos marinos”, afirmó Lucía Bergagna, primera autora del trabajo y también becaria doctoral en el CADIC-CONICET.

Grandes capturadores de carbono azul, aliados para el planeta

Generalmente, cuando se piensa en ecosistemas marinos que atrapan y retienen mucho carbono, se hace referencia a los manglares, a los pastos marinos y a las marismas. Todos son ecosistemas costeros que se encuentran en las regiones cálidas y templadas del planeta y están mayormente dominados por plantas.

“Lo que nosotros revelamos es que nuestras áreas marinas protegidas, ubicadas en mar abierto, en la región subantártica y donde las plantas no están presentes, también almacenan cantidades considerables de carbono, tanto en los sedimentos como en los organismos que componen estos ecosistemas como las estrellas de mar, los corales y las esponjas. Esto también se debe a la dimensión de las AMPs dado que abarcan más de 60 mil kilómetros cuadrados,  lo que sería el equivalente a un poco menos que la superficie de Formosa”, apuntó Bergagna a la Agencia CTyS-UNLaM.

Zonas protegidas. Fuente: PRENSA CONICET.

Otra vez sopa: recortes de presupuesto a la ciencia y ecosistemas sin monitoreos

Argentina cuenta con 63 áreas protegidas costero marinas (APCM), entre las que se encuentran parques nacionales, reservas provinciales y municipales, reservas de biósfera (MaB) y sitios Ramsar, -estos últimos nuclean los humedales declarados de importancia internacional-. Sin embargo, a pesar de las recomendaciones de la comunidad científica y organizaciones ambientales, desde diciembre de 2023 que algunas áreas no son monitoreadas por falta de fondos.

Equipo completo en expedición Yaganes 2022. Fuente: Prensa CONICET

“En 2022, por ejemplo, se hizo una única campaña científica al área Yaganes, financiada únicamente con fondos propios de la Administración de Parques Nacionales (APN) y el CONICET. Se planificó una campaña para 2023, que se postergó para 2024 y se volvió a postergar hasta que, a fin del año pasado,  la presidencia de APN decidió no ejecutar esos fondos en la campaña. Tampoco se van a ejecutar las campañas restantes”, alertó Gustavo Lovrich, investigador del CONICET y  co-autor del estudio.

Además, Lovrich confirmó a la Agencia CTyS que los análisis pendientes de campañas anteriores y en particular la de 2022 que se hacían con fondos de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (I+D+i) están completamente frenados. “Hay muy pocas chances de que esos fondos se ejecuten porque la Agencia I+D+i detuvo los pagos desde enero de 2024 y, además, por las políticas de reducción del gasto público/déficit fiscal cero", sentenció el científico.