“Semillas de hueso” para la regeneración del tejido óseo

Fabricado a partir de recursos renovables y de bajo costo, este biomaterial diseñado por científicos de la Universidad de Buenos Aires, en conjunto con CONICET, es una innovación que se distingue por su bajo impacto ambiental y porque esperan que pueda ser utilizado en más de una aplicación del área de la salud.

Agustina Fuertes (Agencia CTyS) - Ante una lesión ósea, las prótesis artificiales que se utilizan comúnmente para sustituir los tejidos dañados resultan muy costosas y, además, presentan desventajas clínicas como la posibilidad de que el cuerpo la rechace y que la recuperación sea dolorosa y tardía.

Sin embargo, a partir de la investigación de un grupo de científicos de la Universidad de Buenos Aires y del CONICET, puede ser que se abran otras opciones para tratar las lesiones de menor gravedad.

Se trata de un material compuesto por calcio, fósforo y un derivado del silicio, provee soporte en la lesión del paciente durante la curación y se degrada a medida que el proceso avanza. Su formulación se considera novedosa, no tóxica y económica, por lo que resulta más accesible para quienes padecen lesiones en los huesos y necesiten una reconstrucción.

En este sentido, este “biovidrio” surge frente a la necesidad de una opción alternativa que se produzca a través de materiales biocompatibles, como la leche y el ludox, un derivado del sílice que puede conseguirse a nivel comercial.

“Este material no es una prótesis, sino que es aún de mayor vanguardia. Se trata de semillas de hueso que sirven para que el tejido óseo crezca y se regenere, es como una ayuda para lesiones chicas”, explica a la Agencia CTyS la doctora en Química e investigadora de este proyecto, Yanina Minaberry.

El material utilizado es maleable y se adapta a cualquier molde, por lo que permite ser implantado en el sitio defectuoso formando una fuerte unión con el hueso sano y, así, gradualmente, termina siendo reemplazado por nuevo tejido óseo.

Para que esto ocurra, los investigadores construyeron el soporte a través de la técnica de auto-ensamblado por segregado de hielo, la cual permite producir un material con la porosidad interconectada necesaria para que las células óseas puedan fijarse correctamente. En este proceso, se congela una solución o gel para obtener pilares de hielo interconectados, logrando una estructura porosa, reproducible y del tamaño que se desee.

Producción innovadora y ecológica

Los productos tradicionales de reemplazo de huesos, que generalmente son cerámicos, necesitan de un elevado nivel de temperatura para ser moldeados. Sin embargo, los biovidrios no producen este gasto energético ni generan residuos a comparación con otros materiales, lo cual lo hace benéfico para el medio ambiente y más sustentable. 

En Argentina, hasta el momento, no se patentó ningún producto con características similares. La industria nacional no fabrica biomateriales de este tipo, sino que los importa y, debido a esto, su costo es muy elevado por lo que, para mejorar la fórmula y que sea de mayor resistencia mecánica y más rentable, evalúan incluir también biopolímeros como uno de los componentes principales.

Hasta el momento, los investigadores seleccionaron las mejores composiciones y se realizaron ensayos in vitro en contacto con plasma humano simulado, donde se obtuvieron resultados muy satisfactorios dentro de las primeras cuatro horas de exposición. El biovidrio, que también podrá ser utilizado para revestir prótesis, está en una de las últimas etapas de desarrollo y posteriormente se experimentará con animales de laboratorio.