La creatividad en versión impresa

El Ministerio de Ciencia y Tecnología llevó a cabo la II Jornada Nacional de Impresión 3D, un espacio para fomentar una base de conocimiento común para todos los actores interesados en el desarrollo de este tipo de tecnologías.

(Agencia CTyS) - La impresión tridimensional es una tecnología de punta que está modificando los procesos productivos de muchas empresas y, a la vez, generando nuevas oportunidades de negocios y empleos necesarios para el desarrollo y crecimiento de un país. Es por ello que se piensa en la impresión 3D como la revolución industrial del siglo XXI.

En ese sentido y para que ese progreso penetre en todas las capas de la sociedad, es necesario que estas tecnologías sean debatidas y pensadas para despertar tempranamente la conciencia de aquellos que desean utilizarla y aplicarla positivamente, ya sea desde el “hágalo usted mismo”, como el sector industrial.

Así surge la II Jornada Nacional de Impresión 3D, un espacio destinado a emprendedores, académicos, investigadores e industriales, que se vinculan con la tecnología tridimensional, y que les permite potenciar, amplificar y difundir sus conocimientos a partir del vinculo y la observación de los diversos trabajos que se realizan a nivel industrial en sectores tanto públicos como privados.

En diálogo con la Agencia CTyS, la Dr. Ruth Ladenheim, secretaria de Planeamiento y Políticas del Ministerio de Ciencia y Tecnología, afirmó que “desde la Cartera de Ciencia buscamos adoptar estas tecnologías no de forma acrítica o sin sentido, sino fomentándola de manera redistributiva para generar más empleo y oportunidades para la creación de empresas de base tecnológica”.

Para  Ladenheim, lo que hoy en día se llama “Impresiones 3D” es en realidad un conjunto de actividades que tendrán diversos usos de acuerdo a su finalidad. Por ejemplo, su empleo en el hogar estará más bien vinculado al juego, la creatividad y el hobbie, mientras que en otros sectores, como la educación, la salud o la industria, estará destinada al progreso y desarrollo científico. 

“Esto es lo que sucede cuando una tecnología es transversal, con enormes aplicaciones en muchos campos de estudio”, aseveró la ministra. “Si bien todavía está en una etapa de madurez, el trabajo con los grupos y centros de investigación, las cámaras empresarias y las universidades permiten que diversos actores puedan tempranamente tomar contacto con el tema y utilizarlas rápidamente”. 

De esta manera, ya se han fabricado casas a medida, automóviles, células madre, robots automatizados, órganos y prótesis a medida (vértebras, manos, vasos sanguíneos, etc.), armas, obras de arte, drogas medicinales, entre otro productos. 

Tan inmenso es el ecosistema de la impresión 3D que, de ella, se puede obtener una impresora 3D. En ese sentido, el diseñador industrial e investigador por UBA, Alejo Estebecorena, uno de los participantes del evento, presentó un modelo de impresora destinada al sector educativo. 

“Al principio, creamos una impresora por curiosidad, pero luego distintas personas nos fueron pidiendo que les fabriquemos modelos propios”, sostuvo el ingeniero para explicar la evolución de su trabajo”. Y agregó: “La impresora CODEX que presentamos hoy sirve para la investigación y la educación, por ello es que el Ministerio nos compró el diseño para destinarla a las 25 universidades que fueron adjudicadas mediante los programas de financiamiento”. 

En el evento, también participaron académicos de la Universidad Nacional de Cuyo y de la Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires, donde compartieron sus experiencias en la aplicación de la tecnología de impresión 3D en la rama de la odontología y el modelado e impresión para ensayos pre-quirúrgicos.