Manejar es un placer compatible con todo hogar y PC

Dos estudiantes de ingeniería y un analista de sistemas construyeron un simulador de movimientos para videojuegos más chico y fácil de utilizar que los existentes en el mercado. Debido a lo realista de la experiencia, también podría servir como herramienta para entrenamiento de conductores.

Nadia Luna (Agencia CTyS) - La ingeniería y la tecnología pueden parecer, muchas veces, asuntos aptos sólo para entendidos. Incluso, hasta puede llegar a sonar aburrido. Pero dos estudiantes de ingeniería y un analista de sistemas demostraron lo contrario al construir un simulador de movimientos para videojuegos, ideal para instalarse en cualquier hogar gracias a su tamaño reducido. Además, podría usarse como herramienta para entrenamiento de conductores.

“Al principio, la idea surgió para diversión nuestra. Pero luego de tener el primer prototipo, contactamos por casualidad con una persona que organiza competencias los fines de semana y le gustó mucho la idea. Entonces, mejoramos el prototipo y comenzamos a utilizarlo en exposiciones”, relata a la Agencia CTyS Adrián Mases, estudiante de ingeniería mecánica en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) - Facultad Regional Haedo.

El equipo se completa con Mauro Santórsola, estudiante de ingeniería en informática de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM), y Emiliano Girometti, analista de sistemas. El simulador tiene una superficie de 80 cm², a la cual se sujeta una butaca de 1,30 m de alto, que se mueve gracias a dos motores.

“La principal ventaja es el tamaño, el poco lugar que ocupa. Porque existen estructuras similares a la nuestra pero, en general, son demasiado grandes y resulta incómodo para tenerlo en una casa. También, se puede desarmar y achicar más para guardarlo”, señala Adrián. Otra ventaja del simulador es que es fácil de utilizar, ya que se conecta a cualquier computadora mediante un puerto USB y está listo para empezar a jugar.

Entre los simuladores compatibles se encuentra el de Turismo Carretera, el R-Factor y el Live for Speed. Se puede jugar tanto en modo arcade, para que pueda utilizarlo cualquier persona, como en modo simulador, para aquellos que saben manejar.

Diversión y educación vial

El proyecto comenzó hace tres años. Y cuenta Adrián que, desde entonces, casi todo fue “prueba y error”. “Nosotros construimos y financiamos todo. Fuimos sacando ideas de algunos manuales y videos en Internet. En la última parte, Emiliano estaba trabajando con un ingeniero mecánico que nos dio una mano con la parte estructural, pero esa fue la única ayuda externa”, indica el estudiante de la UTN.

Mauro y Emiliano diseñaron el software, que lee los datos de los juegos y los reproduce en una escala ideada por ellos para gestionar el movimiento del simulador. En tanto, los tres se dedicaron a la construcción de la estructura y al funcionamiento mecánico.

Los chicos presentaron su producto en sociedad en varias exposiciones, como Innovar 2011, realizada en Tecnópolis, y Expo Hurlingham. “A la gente le agrada. Por los comentarios que nos hacen, les gusta mucho su practicidad”, destaca Adrián.

Por otra parte, en una exposición de autos en Pinamar, una persona lo quiso usar para entrenamiento. “Esto es posible –explica Adrián- porque el simulador es una representación fiel de la sensación que se experimenta al manejar. Otro chico, que corría en karting, también lo probó y coincidió con esto”.

Por ahora, los creadores de este simulador lo están utilizando principalmente para exposiciones. “La parte comercial se nos complica porque cada uno tenemos nuestro respectivo trabajo, entonces no nos podemos dedicar tiempo completo a esto”, afirma Adrián. Pero no pierden la esperanza de seguir avanzando con el proyecto. “El próximo ítem a optimizar son los motores. En cuanto a la parte estructural, no necesita grandes mejoras”, concluye.