Producen un adhesivo biodegradable a base de sangre

Investigadores del laboratorio de Bioadhesivos y Nano Compuestos del INTI-Caucho crearon un pegamento capaz de reemplazar adhesivos derivados del petróleo. El producto, orientado específicamente hacia la industria maderera, proviene de la sangre animal y busca eliminar las emisiones de compuestos tóxicos.

Agustina Fuertes (Agencia CTyS) – Saberes y prácticas ancestrales son recuperados hoy por los científicos con el agregado de nuevas tecnologías para generar innovaciones en la industria. Es el caso del adhesivo hecho a base de sangre animal, utilizado en la época precolombina, cuyo uso se intenta promover en la actividad maderera.

La industria frigorífica, durante el proceso de elaboración de sus productos, desperdicia la mayor parte de la sangre que obtiene de los animales tras pasar por el matadero. Este “residuo” suele ser desechado o, en algunos casos, se convierte en un tipo de harina con la que se fabrica la comida para mascotas por su alto nivel proteico.

Los investigadores Daniela García, Alejandro Bacigalupe y Omar Ferré conforman el equipo que, desde el laboratorio de adhesivos de INTI-Caucho, trabajan en este producto y sus propiedades adaptativas para ser utilizado en la industria maderera.

Durante el proceso de elaboración y posteriores como el cortado y manipulación de la madera, los adhesivos tradicionales liberan formaldehído, un producto altamente tóxico para el ser humano considerado por la Organización Mundial de la Salud como un agente cancerígeno.

“Los adhesivos sintéticos en general están diluidos en solventes orgánicos que son contaminantes, por eso apuntamos a reemplazar las resinas ureicas que se que se fabrican actualmente con estos solventes por uno de base acuosa que no sea perjudicial”, explica García a la Agencia CTyS.

El compuesto desarrollado es a base de sangre y100% biodegradable. Además, presenta una capacidad adhesiva similar a la de los sintéticos “porque sus proteínas son altamente compatibles con los hidratos de carbono de las maderas”, detalla García.

Formulación ingeniosa

Si bien el producto orgánico no es novedoso porque fue utilizado durante la  época precolombina para la construcción de viviendas, hoy los científicos buscan conocer aún más sus propiedades y proponer su fabricación dentro de las empresas.

“El producto formulado dura siete días, por lo tanto no puede tercerizarse y venderse porque se descompone fácilmente”, detalla la investigadora, y aclara que “el proceso de elaboración es muy sencillo porque es a base de harina de sangre y agua, y  puede aplicarse por diferentes métodos”.

Al conservar su color rojo escarlata, sería utilizado únicamente en tableros de aglomerados enchapados o laminados, tablas de melamina y en producción industrial de aserrín prensado, donde el pigmento de la sangre no altera el aspecto de la pieza.

Su utilización no genera costo adicional para las empresas porque no cambian los procesos productivos, sin embargo, “es importante que, como son productos de base acuosa, se limpien y sequen bien los envases contenedores para evitar la corrosión”, advierte García.

La innovación, que aún se encuentra en etapa de laboratorio, podría ser puesta en práctica a fines de este año en algunas madereras del país.