El tamaño importa: premian con el Nobel en Química a los estudios sobre puntos cuánticos

Moungi Bawendi, Louis Brus y Alexei Ekimov recibieron el prestigioso galardón por descubrir y sintetizar los “puntos cuánticos”, partículas que, debido a sus diminutas dimensiones, tienen otras propiedades y alcances. Una investigadora local explica el detrás de escena de estos logros y sus posibles (y ya actuales) aplicaciones en diversos campos.

Nicolás Camargo Lescano (Agencia CTyS-UNLaM)- La entrega del tercer Nobel de 2023 parece confirmar aquel viejo (nuevo) slogan de que “el futuro ya llegó”. Es que la Real Academia Sueca de las Ciencias concedió el galardón en Química a los científicos Moungi Bawendi, Louis Brus y Alexei Ekimov, por descubrir y sintetizar los “puntos cuánticos”

“Son nanopartículas tan diminutas que su tamaño determina sus propiedades y ahora difunden su luz desde pantallas de televisión y lámparas LED. Catalizan reacciones químicas y su luz clara puede iluminar el tejido tumoral para un cirujano”, reza el texto que acompañó el anuncio de los ganadores.

“Estos puntos cuánticos son partículas sólidas pero que, justamente por su dimensión, tienen propiedades que a mayor tamaño no están. Hablamos de fenómenos que habían sido predichos por la teoría de la mecánica cuántica, pero que no habían sido demostrados en la práctica, hasta antes de estos investigadores”, detalla a la Agencia CTyS-UNLaM Paula Angelomé, investigadora del CONICET con sede de trabajo en el Instituto de Nanociencia y Nanotecnología.

El tamaño, evidentemente, importa: según explica Angelomé, en la materia tradicional, más allá de que sean dimensiones normales o muy grandes, el color y la luz que refleja son siempre los mismos, no se modifica en cada material. “En cambio, cuando hablamos a escala nano, en un tamaño muy diminuto, cambia tanto el color como la luz que absorbe o emite, además de otras características, por estar ordenados los electrones de manera diferente”, precisa la investigadora, experta en materiales nanocompuestos basados en nanopartículas.

Si bien muchas de estas propiedades se habían predicho en el papel, los flamantes galardonados demostraron que se podía llevar a la práctica y construir. “En el área de la química de materiales, se puede calcular un montón de cosas. El desafío luego es demostrarlo empíricamente”, agrega.

Las aplicaciones son muchas, algunas ya de acceso directo y otras, se espera, llegarán en el corto y mediano plazo. “Hoy en día ya se puede comprar estos puntos cuánticos de distinto tamaño y distintas químicas en la superficie, para unirse a moléculas biológicas y, así, entender mejor algunos procesos biológicos. Y tecnologías actuales y de uso cotidiano como, por ejemplo, los televisores full led, tienen una mayor resolución en cuanto a color e imagen justamente por estas innovaciones, entre otros productos”, concluye la científica.