“El peligro del determinismo genético es que se lo quiera encasillar en grupos étnicos”

El autor de La Humanidad del genoma. ADN, Política y Sociedad cuestiona el determinismo genético, desconfía del Darwinismo social y reflexiona sobre la clonación reproductiva. El recientemente galardonado con el Premio Konex de Brillante también destaca en esta entrevista con la Agencia CTyS la labor de las Abuelas de Plaza de Mayo y el prestigio alcanzado por el Banco Nacional de Datos Genéticos.

Gaspar Grieco (Agencia CTyS) – Se lo conoce como el “Messi de la Ciencia”, no por gambetear con tubos de ensayo, sino por un reconocimiento que su colega Adrián Paenza le dedicó luego de ser incorporado a la prestigiosa Academia Nacional de Ciencias de Los Estados Unidos. Sentado en una sala de la editorial Siglo XXI Editores, el investigador Superior del CONICET, Alberto Kornblihtt, doctor en Química y profesor de la UBA, aborda polémicos temas de su reciente publicación donde  advierte sobre los peligros de discriminar a las personas por sus genes sin tomar en cuenta cuestiones ambientales. Además, explica por qué la teoría de la evolución “no es una teoría más”.

¿Cree que la secuenciación del genoma humano es el desarrollo más importante de esta primera parte del siglo XXI?

En genética y biología molecular es muy importante, pero no solamente la secuenciación del genoma humano sino la secuenciación de genomas en general. Hay que tener en cuenta que muchos de los estudios que tratan de resolver problemas de enfermedades en seres humanos se hacen en ratones y en ratas. Por lo tanto, conocer el genoma del ratón es tan importante como conocer el humano.
Es un hito muy importante, pero nos es comparable con el descubrimiento de la estructura del ADN en 1953 (Watson y Crick). Ese descubrimiento fue un punto de inflexión en la humanidad. Antes sabíamos que a menudo los hijos se nos parecen, sabíamos que había herencia, pero no sabíamos por qué. Sólo después del descubrimiento de la estructura del ADN entendimos el por qué. Ahí nos dimos cuenta de que pertenecemos al mundo de la física y la química, al igual que el mundo no vivo.

En su libro se destaca especialmente la labor de las Abuelas de Plaza de mayo. ¿Qué importancia tuvo para la investigación genética su trabajo?
Fue Víctor Penchaszadeh y Mary Claire King quienes asesoraron a las Abuelas en la búsqueda de un método que pudiera determinar el parentesco con certeza, estudiando el sistema del genoma de las mitocondrias, porque las mitocondrias se heredan por la vía materna. Por lo tanto, la secuencia del ADN va a ser la misma entre la abuela materna y cualquier nieto de esa abuela. También va a ser la misma con todos los familiares de toda la línea materna, ya sean hombres o mujeres.
Con estos elementos, las abuelas lograron que se pusiera de rutina en nuestro país un análisis que ya se conocía y se detectara con un grado de certeza muy grande el índice de abuelidad, eso es lo que ha permitido la identificación de los nietos recuperados.
Hubo un avance en el uso del método, y quizás también hubo un avance en el desarrollo de la estadística necesaria para analizar los datos.

En ese sentido, también destaca el trabajo del Banco Nacional de Datos Genéticos...

No hay ningún motivo para dudar de la seriedad del trabajo que realiza el Banco Nacional de Datos Genéticos. Cuando se lo trató de desprestigiar, en el momento en que se querían hacer análisis a los hijos de Ernestina Herrera de Noble, mi posición era que se debían hacer y que no había ningún motivo para sospechar que en el banco se iban a obtener resultados falsos. Y de todas maneras, aun si se sospechara de algún laboratorio, en la ciencia cualquier resultado tiene que poder ser reproducido en otro lugar. Cualquier mentira que se quiera hacer en un análisis tiene patas cortas, porque la misma muestra puede ser analizada en un laboratorio independiente y si el resultado es distinto hay motivos para cuestionar el otro. Si los resultados no son reproducibles no tienen valor.

¿Cuáles son los problemas que acarrean el determinismo genético y el darwinismo social?

Son dos cosas distintas pero están asociadas a una cierta ideología reaccionaria de la derecha. El determinismo genético es asignarle a los genes un poder que no está comprobado que tengan y, a raíz de eso, afirmar que hay ciertas características de los humanos, como pueden ser sus ideas  políticas, su orientación sexual o su capacidad para estudiar en la universidad, que están determinados por las variantes de los genes. Y lo peor es que eso llevaría a la conclusión de que son hereditarias, por ejemplo, si una persona es un ladrón, su hijo genéticamente también lo será.
El determinismo se apoya en el hecho de que menosprecia el componente ambiental, porque aún en esos casos en donde pudiera haber un componente genético, el ser humano es un ser que subvierte el instinto, subvierte el mandato genético. Una persona puede haber heredado un gen que lo hace agresivo, pero por la educación que recibe y una serie de factores  psicológicos y culturales, esa agresividad puede quedar reprimida o transformada en un comportamiento distinto.

Entonces puede ser muy peligroso

El peligro del determinismo genético es que se lo quiera encasillar en grupos étnicos, y los sectores de poder consideren que hay ciertas comunidades en las cuales no hubiera que invertir en educación porque de todos modos, por su genética, no van a ser inteligentes.
El darwinismo social es otro ingrediente del cual yo desconfío profundamente, que es tratar de interpretar el comportamiento humano a imagen y semejanza del comportamiento de los animales. Nosotros subvertimos el instinto, sublimamos el mandato genético. El darwinismo social pretende desconocer la influencia del ambiente cultural y encasillar al comportamiento por las mismas leyes que rigen el comportamiento animal.

En el libro usted afirma que las razas no existen ¿A qué se refiere?

Hay una concepción que alimenta al racismo que es pensar que porque los africanos tienen piel negra y los europeos piel blanca, eso indica que cada una de esas razas son genéticamente homogéneas. Las pruebas demuestran que no es así, dentro de los negros, que tienen genes comunes que los hacen tener piel negra, el resto de los genes tienen variantes tan grandes como otras "razas". Casualmente es al revés, como la "raza" negra es la que se quedó en África y no emigró a otras partes del planeta hace 100 mil años, porta una mayor variabilidad genética comparada con europeos, asiáticos o indoamericanos. Todas las poblaciones que se derivaron a Europa y Asia tienen un subconjunto de variabilidad genética más restringido.

Eso prueba que no se puede encasillar por raza 

Exactamente. No se puede encasillar a las personas por raza. Eso no quita que las etnias tengan valores culturales que deban ser conservados y respetados.
Los caracteres, como color de piel, enrulamiento de pelo o ciertas habilidades deportivas, son los externos y visibles, pero no implican la constitución genética de las variantes internas que tienen los genes. No existe, como en los perros, razas homogéneas, donde dos perros chihuahua son mucho más cercanos genéticamente que un chihuahua y un gran danés.

¿Usted cree conveniente que el Estado se separe de la Iglesia para que la ciencia avance?

Absolutamente. Pero no solo para que la ciencia avance, es en general, más allá de que la iglesia exista y sea muy importante, no tiene nada que ver con el Estado. Un estado moderno tiene que estar separado de la iglesia. Hay una tradición que debe ser cortada, pero yo entiendo que esto no es bien visto por la mayoría de la sociedad Argentina y creo que los fondos tienen que ir a la escuela pública de gestión estatal para mejorarla.
Desde esta lógica, yo no veo tampoco motivos para que haya universidades privadas.

¿Cuáles son las diferencias que señala entre el creacionismo y la ciencia?

El creacionismo se refiere al origen de la vida y la evolución donde los seres vivos fueron creados por un ser sobrenatural, por un Dios. Variantes un poco más modernas de la visión religiosa del creacionismo plantean que sí hubo evolución, pero que no hay duda de que el hombre como especie no fue simplemente el resultado de la evolución sino que hubo un diseñador inteligente que le proveyó de sus características tan maravillosas. Esa es la teoría del diseño inteligente, que es una variante sutil y burda del creacionismo.
El creacionismo y el diseño inteligente están englobados en una explicación no racional tratando de explicar los fenómenos naturales por fuerzas sobrenarturales.
En primer lugar, cuando no tenemos explicaciones los científicos admitimos que no sabemos, y en segundo lugar, las cosas que no conocemos en detalle entendemos que son concebibles dentro del mundo físico y químico.

¿Por qué afirma que la teoría de la evolución de Charles Darwin no es, simplemente, una teoría más?

Los que abogan por el diseño inteligente en EEUU dicen que la teoría de la evolución es una teoría más y que ellos proponen otra. Ese es un engaño epistemológico porque a la teoría de la evolución se la llama teoría porque es una especie de marco conceptual muy amplio. Ha sido probada en diversas disciplinas, en diversas oportunidades y por diversas evidencias totalmente diferentes unas de otras, pero lo más importante es que aún no ha sido refutada y que por otro lado, puede seguir siendo puesta a prueba través de experimentos y observaciones, entonces, se acerca más a un hecho científico que a una teoría.
El diseño inteligente es un dogma, porque no puede ser puesto a prueba. Además el hombre no es tan distinto a otros animales.
Uno tiene que siempre mantenerse alerta, porque aunque en nuestro país no sea un tema central siempre hay un caldo de cultivo para que eso pueda proliferar.

¿Por qué afirma que la ciencia es atacada por el posmodernismo?

El posmodernismo plantea que es imposible acceder a la verdad y que cualquier afirmación sobre la realidad es una intersubjetividad, solo existe la subjetividad.  Yo creo que eso es grave porque plantea que no existe la realidad por fuera del observador.
Yo, en el libro pongo la famosa fábula del rey que está desnudo y todos dicen que está vestido. Como todos dicen que está vestido, entonces, está vestido. Pero en la ciencia basta con que uno solo digo que está desnudo, y tenga pruebas para mostrarlo, para que esa sea la verdad.
Las verdades científicas no se votan democráticamente, sino que es válida la respuesta aunque la defienda una sola persona.
El ejemplo más claro se observa con Galileo Galilei, cuando la iglesia lo juzga por la herejía de decir que la tierra gira alrededor del sol. Él es condenado y para salvar su vida se retracta, pero al final dice “Eppur si Mouve”: “Y sin embargo se mueve”.

En el libro menciona que hay un consenso entre los científicos en prohibir la clonación reproductiva ¿Usted adhiere a este consenso?

En principio sí y por varias razones. Primero porque hoy no hay una necesidad ni médica ni cultural de utilizar la clonación como método de reproducción asistida.
La segunda es que sabemos que el método, que no es técnicamente muy difícil de practicar, es biológicamente inseguro, porque en los eventos de clonación se generan embriones que se implantan en los úteros de los animales y un gran porcentaje nace malformado. Es éticamente inadmisible para cualquier sociedad seleccionar a los niños luego de haber nacido.
Si la seguridad biológica se garantizara y si hubiera una necesidad social o médica de hacerlo, no me opondría. Los otros que se oponen por las razones incorrectas se apoyan en el determinismo genético, que es pensar que porque una persona fuera clonada tendría el mismo destino que aquel del cual se obtuvo el núcleo. Lo único que tendrían en común es la genética, pero eso no basta.
El mito de la fotocopia Xerox no es un buen argumento para oponerse a la clonación reproductiva porque se basa en el determinismo genético.

Alberto Kornblihtt es biólogo y Doctor en Química de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEN) de la UBA y realizó un posdoctorado en Oxford. Es investigador Superior del CONICET e International Research Scholar del Howard Hughes Medical Institute. Es miembro del Comité de Ética en la Ciencia y la Tecnología y del cuerpo de editores de la revista científica Science. Además, es miembro de Academia Nacional de Ciencia de los EEUU (NAS) y de la European Molecular Biology Organization. Ganó los premios Konex de platino, Houssay, Investigador de la Nación Argentina 2010 y recibió la Medalla del Bicentenario, entre otros galardones.