Dendroenergía: otra alternativa al deterioro ambiental

En el marco del día del árbol, la Agencia CTyS encontró un buen motivo para conocer más sobre esta energía sustentable, producida a partir de la leña. En la UNaM, hay un proyecto para obtenerla sin afectar a los bosques nativos.

Siempre estuvo ahí, como el viento, como el sol. Sin embargo, esta fuente de energía renovable y sustentable ha sido poco explotada hasta ahora, en relación con otras como la hidroeléctrica y la eólica. Pero luego del desastre nuclear de Japón, este tipo de energía está en la mira del mundo entero. Señoras y señores: con ustedes, la dendroenergía.

“Llamamos dendroenergía a las distintas formas de energía provenientes del leño del árbol”, explica a la Agencia CTyS el ingeniero forestal Oscar Arturo Gauto, decano de la Facultad de Ciencias Forestales (FCF) de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), institución que recientemente firmó un convenio con la Universidad Estatal Stephen F. Austin, de Texas, para iniciar un proyecto destinado a desarrollar energía eléctrica a partir de la biomasa forestal.

La energía eléctrica es, justamente, una de las formas de energía a las que se refiere el ingeniero. “Ya tenemos en la provincia proyectos de entre 50 y 70 megavatios, algunos de los cuales ya son realidades, y que van a consumir una buena cantidad de leña como materia prima para generar energía”, comenta Gauto.

La otra forma de energía es el calor que se desprende de la combustión de la biomasa forestal. Es la más utilizada en Misiones debido a la existencia de dos grandes sectores industriales, el yerbatero y el tealero, que utilizan gran cantidad de leña para secar la hoja de yerba mate y de té, ante la ausencia de gas natural en la provincia.

“Es una fuente de energía promisoria, aunque todavía resulta cara porque no se avanzó en profundidad”, señala el decano de la UNaM. “Cada región del país tendría que identificar cuál es su perfil respecto a la generación de energías renovables, para ir abandonando el petróleo paulatinamente. En el norte, por ejemplo, somos grandes generadores de biomasa. En el sur, donde tienen más vientos, utilizarán la eólica”, precisa.

Al rescate de los bosques

Actualmente, la cantidad de leña que se está utilizando para secadero de yerba mate y té es de aproximadamente 700-800 mil toneladas por año. Para evitar la tala indiscriminada de árboles, la legislatura provincial emitió hace seis meses una ley que establece que para el año 2015 se prohíbe utilizar leña de bosque nativo.

En su lugar, la leña se obtendrá a través de la generación de cuencas dendroenergéticas, que serían plantaciones específicas para el desarrollo de energía eléctrica o para el secado de producciones regionales.

“A raíz de esta ley, se comenzó todo un trabajo donde nosotros, como universidad, también estamos aportando para que el abastecimiento de leña se realice a partir de plantaciones específicas”, cuenta Gauto. “La especie más promisoria para generar energía calórica es el eucalipto”, agrega.

El convenio que la FCF de la UNAM firmó con la universidad de Texas es una de las iniciativas que se plantean en la región. Además de generar equipos internacionales para la investigación y el desarrollo de energía eléctrica a partir de la biomasa forestal, la idea es ampliar el intercambio de estudiantes entre ambas instituciones, que ya vienen realizando desde hace unos años, y comenzar también con un intercambio de docentes.

“Tenemos la intención de que, antes de recibirse, nuestros alumnos tomen contacto al menos con un país extranjero, con un sector forestal diferente al que estamos insertos nosotros. Además de Texas, tenemos un convenio con la Universidad Federal de Paraná, en Brasil, y estamos avanzando en otro proyecto con el sector eucaliptero de Minas Gerais”, concluye el ingeniero.