Crónicas del primer tramo del buque oceanográfico Puerto Deseado

Mientras los investigadores a bordo del Puerto Deseado avanzan en la zona antártica, algunos de los que ya regresaron a tierra firme hablaron con la Agencia CTyS sobre la metodología de muestreo y el posterior trabajo de laboratorio.

Agencia CTyS (Emanuel Pujol) - Durante el primer tramo de la campaña oceanográfica, que se extendió desde Mar del Plata hasta Ushuaia, se tomaron 12 muestras bentónicas, entre los 100 y 200 metros de profundidad, desde los 45º a los 55º de latitud Sur.

El objetivo de este muestreo es obtener crustáceos peracáridos del borde de la plataforma argentina. “Es una fauna abundante, pero poco estudiada hasta el presente”, afirmó el Dr. Daniel Roccatagliata en diálogo con la Agencia CTyS.

Si bien los crustáceos del superorden Peracárida fueron el eje de la investigación en este primer tramo, los restantes grupos zoológicos recolectados, tales como los equinodermos y los moluscos, serán incorporados a las colecciones del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”.

De esta manera, el material obtenido durante las campañas quedará a disposición de los investigadores de otras áreas, aprovechando al máximo el esfuerzo de muestreo realizado por quienes se embarcaron en el buque oceanográfico del CONICET.

El Dr. Roccatagliata, que tuvo a su cargo la coordinación del primer tramo, remarcó la importancia y las dificultades del trabajo en taxonomía: “Identificar una especie no es sencillo, debido a que no hay un criterio único para delimitar la variación que puede presentar una especie”, aseguró.

Expedición en el Buque Oceanográfico Puerto Deseado
Durante la campaña de junio de 2010, se tomaron muestras desde Mar del Plata hasta Comodoro Rivadavia sobre el borde de la plataforma continental, en tanto que en la expedición de enero de 2011 se establecieron estaciones hasta Ushuaia.

La doctora Brenda Doti, que estuvo embarcada desde el 31 de diciembre hasta el 9 de enero, comentó la importancia de que el Puerto Deseado esté al servicio de la comunidad científica: “Antes, no podíamos recolectar muestras a estas profundidades; solamente podíamos estudiar las zonas costeras, a poca profundidad, y dependíamos de la buena voluntad de los buques pesqueros”.

Los investigadores mostraron a la Agencia CTyS (ver video) los elementos que utilizan para obtener muestras del fondo marino y explicaron su funcionamiento. Parado a un lado de una rastra, el doctor Roccatagliata contó: “Este muestreador se desliza como un trineo y tiene una coraza que protege a la red en la cual se van acumulando los sedimentos, mientras el barco se mueve a una velocidad menor a un nudo”.

En el caso que el científico prefiera utilizar la draga, que es otra herramienta de muestreo, se requiere que el buque se mantenga en una posición fija, dado que este instrumento debe bajar verticalmente hasta tocar el fondo, puesto que, al hacer contacto con el mismo, se cierra automáticamente.

La licenciada Natalia Alberico mencionó el procedimiento que se realiza en la cubierta del barco para separar los crustáceos más pequeños de los sedimentos: “Se coloca una porción de la muestra en un balde, se agrega agua marina y se revuelve el contenido suavemente; entonces, los crustáceos flotan y son filtrados con la ayuda de tamices. Este proceso lo repetimos varias veces hasta estar seguros de que la mayor parte de los organismos han sido recuperados”.

Trabajo de laboratorio
Cuando finalice el cuarto y último tramo, el equipo de investigación a cargo del doctor Roccatagliata podrá disponer de las muestras tomadas durante las doce estaciones en el Laboratorio de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Allí, separarán los ejemplares bajo lupa estereoscópica, hasta lograr individualizar cada una de las especies recolectadas.

En una caja de Petri (ver video), la doctora Doti tenía aislados varios ejemplares de isópodos Asellota colectados durante la campaña de junio de 2010: "Estoy comparando este material con la fauna ya descripta para el área, para determinar si es una nueva especie o implica una ampliación del intervalo de distribución de una especie ya conocida”, comentó.

Finalmente, el Dr. Roccatagliata destacó que la correcta identificación de esta fauna del Mar Argentino, es primordial para otras áreas de investigación. “Para hacernos una idea de la importancia de la taxonomía, debe pensarse que no es posible realizar un trabajo ecológico o biogeográfico si no se conoce a las especies que intervienen”, observó el investigador del CONICET.

Otras investigaciones
Durante el primer tramo, se ejecutaron también otros proyectos de investigación. La Lic. Virginia Lo Russo, del Laboratorio de Bentos del Centro Nacional Patagónico (CENPAT), recolectó gusanos nematodos de vida libre, en tanto que la Lic. Paula Marcotegui del Centro de Estudios Parasitológicos y Vectores (CEPAVE) capturó camarones Artemesia longinaris y langostinos Pleoticus muelleri para analizar sus macro y microparásitos.

Además, se tomaron muestras de agua superficial cada 3º de latitud, desde Mar del Plata hasta la Isla de los Estados, para analizar propiedades químicas del agua de mar. Este estudio se llevará a cabo en el laboratorio TANDAR de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CONEA).