Analizan las consecuencias del dragado en Bahía Blanca

Un informe de la Universidad Nacional del Sur determinó que las obras de ampliación de la zona portuaria podrían ocasionar desequilibrios ecológicos en el estuario. Allí abundan distintos tipos de peces y delfines, además de ser área de descanso y alimentación de aves migratorias.

Leandro Lacoa (Agencia CTyS) - El avance del progreso es la panacea del siglo XXI. Sin embargo, las obras de modernización para la industria pueden significar un peligro para el medio ambiente, si no se planifican adecuadamente. Desde hace algunos meses, en la franja portuaria de Bahía Blanca, la biodiversidad del paisaje costero está amenazada por la futura ampliación de uno de los puertos más importantes del país.

Ante esta problemática, el Defensor Público Oficial de la ciudad del sur bonaerense recibió una denuncia de los vecinos de la localidad de Cerri e Ingeniero White, preocupados por los problemas ambientales que se producirían en el estuario si la municipalidad, junto a una empresa de energía, realiza un dragado de aproximadamente 6 kilómetros para instalar una planta regasificadora y un polo industrial.

Para conocer más acerca de los posibles riesgos en la zona, la Universidad Nacional del Sur puso a disposición a un grupo de investigadores del Departamento de Biología, Bioquímica y Farmacia, que desde hace varios años estudian la flora y fauna de la zona y ahora, advierten sobre el impacto que podría llegar a tener la futura ampliación del puerto.   

Los científicos llegaron a la conclusión de que “el sitio propuesto para la ampliación del sector portuario, sumado a la extensión del dragado requerida para dicho emplazamiento, resulta absolutamente inapropiado y completamente desaconsejable desde el punto de vista ambiental”, según se desprende del informe publicado.

A esta investigación se suma la adhesión de los científicos del Instituto Argentino de Oceanografía, quienes, en base a sus investigaciones en química, geología y biología marina, publicaron un documento que avala y amplía el informe anterior. (para leerlo ingresar a: http://issuu.com/prensauns/docs/an_lisis_dragado_cd_iado) 

En diálogo con la Agencia CTyS, el doctor en Biología, Pablo Martín destacó que “hay muchas localizaciones alternativas dentro del mismo estuario de Bahía Blanca, que parecen a priori sumamente adecuadas desde el punto de vista de la accesibilidad y de la infraestructura disponible. El impacto sería mucho menor por el hecho de que las dimensiones del dragado disminuirían”.

¿Por qué la preocupación de los vecinos y los investigadores?

Como otros ecosistemas  de humedal, el estuario bahiense es un área de altísima productividad y de particular concentración de diversidad biológica.

Gran parte de las 500 hectáreas de marismas y planicies de marea que se verían afectadas por la ampliación del puerto representan  el hábitat de diversas comunidades de invertebradosy plantas, pero también es un área para descanso y alimentación de aves migratorias. A su vez, en el estuario abundan distintos tipos de cetáceos, como franciscanas y marsopas espinosas, al igual que lobos marinos y tortugas.

“El sistema del estuario es sumamente complejo porque está compuesto por canales con marismas, canales e islas,  lo que da lugar a una diversidad de especies y sedimentos”, indicó Martín, quien agregó que “el dragado sería una especie de herida de seis o siete kilómetros y 200 a 500 metros de ancho, tan ancha que alteraría todo el canal principal del estuario en su zona interna, la más especial y vulnerable, la única que recibe un aporte significativo de agua dulce”.

Otras de las comunidades que se verían afectadas son las algas y las microalgas, debido al aumento de la turbidez, que se ocasiona por el material disuelto y en suspensión. “Hay estudios ecológicos referidos a las comunidades microfitobentónicas, zooplanctónicas y fitoplanctónicas, que mencionan los problemas que puede generar la deposición de materiales sobre la planicie de mareas”, precisó el investigador.

Es que las obras de dragado, por otra parte, podrían provocar la liberación hacia el ambiente acuático de metales pesados, que actualmente permanecen inmovilizados en los sedimentos del estuario y que también se esparcirían en la zona continental.

“El material obtenido dle dragado, cargado de metales pesados se depositará en las planicies de marea entre las localidades de Cerri e Ingeniero White, lo que inevitablemente generaría cambios en los ecosistemas”, aseguró el científico de la UNS.

Zona protegida

Una parte importante del estuario fue declarada “Sitio de producción de recursos de elevada importancia social y económica” por la Provincia de Buenos Aires, en 1991, lo que permitió la creación de la Reserva Natural de Usos Múltiples "Bahía Blanca, Bahía Falsa y Bahía Verde”, a través de la ley Nº 11.074, ratificada por la Ley Nº 12.101 de 1998. Este documento legal permitió proteger unas 180.000 hectáreas de los partidos de Coronel Rosales, Bahía Blanca y Villarino.

Frente al sitio donde se depositará parte del material dragado se encuentra también una Reserva Natural Costera Municipal de 319 hectáreas creada en 2006, que, si se extiende, preservaría al sector donde, hasta ahora, se emplazará la planta regasificadora y el nuevo polo industrial.

En el área también se prevé construir una central termoeléctrica, además de  la ampliación del puerto y el funcionamiento de la Transportadora de Gas del Sur (TGS), que estaría ubicada a la vera de la ruta 3 Sur, a la altura del kilómetro 700.

Foto (home): Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca