La innovación como forma de inclusión social

Un grupo de estudiantes de la escuela técnica “Industrial Domingo Faustino Sarmiento”, perteneciente a la Universidad Nacional de San Juan desarrolló un dispositivo para devolverles el movimiento a las personas con miembros amputados.

Guillermo Meliseo (Agencia CTyS) - Según el Censo Nacional de 2010, el 12,9% del total de población en viviendas particulares presenta algún tipo de dificultad o limitación permanente, física y/o mental. Dentro de las dificultades relevadas, se encuentra la visual, auditiva, cognitiva y motora.

La impresión 3D es una de las tecnologías de vanguardia que actualmente pone el foco en las personas con discapacidad. Recientemente, distintas empresas alrededor del mundo están aprovechando la caducidad de las patentes para diseñar diversos objetos en pos de mejorarles la vida a las personas habilidades disminuidas.

En ese sentido, un grupo de jóvenes estudiantes recientemente recibidos de la Escuela Técnica “Industrial Domingo Faustino Sarmiento”, perteneciente a la Universidad Nacional de San Juan, desarrollaron una prótesis de mano que capta las señales eléctricas que emiten los músculos, para así regresarle la movilidad a las personas con extremidades amputadas o enfermas.

El trabajo interdisciplinario se enmarca en el proyecto de tesis de José Almada, Guillermo Ibáñez y Jorge Pérez, estudiantes que llaman a su invento PRODUM (Prótesis para dar una mano). “A través de sensores, la prótesis capta las señales eléctricas que producen los músculos al contraerse”, explica Pérez. Y continúa: “Las señales eléctricas van a un micro controlador que será la encargada de mover cada uno de los motores de los dedos de la mano”.

La prótesis es ajustable y cuenta con una serie de movimientos de acuerdo a la acción a realizar. Por ejemplo, los movimientos cilíndricos permiten tomar objetos, como vasos, libros o utensilios de cocina; los movimientos circulares permiten abrir puertas o correr objetos; y después cuenta con movimientos ajustables a situaciones precisas como sostener una lapicera para escribir.

“PRODUM está pensada para personas con miembros amputados, ya que, al colocarse la prótesis, cualquier persona puede realizar tareas de la vida diaria”, asevera Ibáñez. “De todas maneras, todo el sistema electrónico es ajustable a cualquier cuerpo y, además, puede colaborar significativamente con la rehabilitación del paciente para que pueda desarrollar mejor los músculos del brazo”, detalla.

Para la confección del diseño y materiales, el equipo de investigación contó con el apoyo y la asesoría de diversos docentes de la Facultad de Arquitectura Urbanismo y Diseño, y la Facultad de Ingeniería. “Los docentes Ingeniero Leo Farías, Ingeniera Natalia López y el diseñador industrial Facundo Vila fueron los que nos ayudaron y sugirieron que utilicemos material ABS para la prótesis y una batería como fuente de alimentación, porque la idea es darle mayor comodidad al usuario”, asegura Almada.

Actualmente, el proyecto es un prototipo que está en su última fase. De acuerdo con los expertos, el segundo pasó será probarlo en pacientes para conocer sus opiniones y, en tercer lugar, presentarlo en concursos para conseguir un subsidio o beca y facilitar su producción.

Deporte inclusivo

Las tecnologías del presente están avanzando tan rápidamente que hace 10 años atrás era impensable fusionar nociones de informática con biología molecular. En ese sentido, y para demostrar que la ficción supera la realidad, el 2016 será recordado como el año del primer Cybathlon, o mejor dicho, los primeros Juegos Olímpicos Biónicos.

Así, con la idea de promover el desarrollo de la tecnología y la inclusión de personas con ciertos tipos de discapacidades físicas, mentales y/o sensoriales (como discapacidades motoras, amputaciones, ceguera, parálisis cerebral y deficiencias intelectuales), se realizó en Suiza las olimpiadas únicas en su género.

Para Mercedes Molinuevo, Médica especializada en fisiatría por la Universidad Nacional de La Plata, y jefa de rehabilitación en la Asociación ALPI, las nuevas tecnologías que están surgiendo abren un abanico de posibilidades de integración y participación en la vida de las personas discapacitadas. “Las redes sociales, por ejemplo, ayudan mucho a los pacientes a sentirse parte de la sociedad porque pueden estar conectados al mundo y tener contacto con otras personas estando en sus propias casas”, asevera la experta.

En ese sentido, la especialista asegura que la incorporación de la tecnología en el cuerpo ayuda a la rápida reinserción de los pacientes en su entorno. “Personas que por ejemplo no pueden establecer un lenguaje verbal y pueden hacerlo por medio de un sistema de comunicación, a través del movimiento de los ojos o la cabeza, es muy esperanzador”, sostiene Molinuevo.

Y concluye: “Estos casos de olimpiadas, donde se pueden ver competencias de personas con prótesis diseñadas, permiten estimular a las personas que están en su misma situación para demostrarles que es posible salir adelante y que se puede, por ejemplo, realizar un deporte sin limitación alguna. Es aquí cuando notamos cómo el deporte se convierte en una actividad que integra e incluye a la vez”.