"La victoria en Chacabuco tuvo una importancia fundamental en el plan para liberar al continente"

La doctora Beatriz Bragoni analiza y pone en contexto la batalla ganada en Chile por San Martín luego de cruzar los Andes. La función de los espías, la estratagema militar y la respuesta de los habitantes.

Nicolás Camargo Lescano (Agencia CTyS- UNLaM)- Febrero de 1817. José de San Martín acaba de completar la proeza de cruzar con su ejército la Cordillera de los Andes. La gloria y la historia lo esperan un poco más adelante, en la batalla de Chacabuco, pero por un momento al General lo invade cierta inquietud. Para apaciguarla, con el cielo estrellado y las imponentes cumbres andinas de fondo, el futuro Padre de la Patria pide a la banda de música que entone la música del Himno Nacional. “La mayoría de la banda eran negros con clarines, alguno de bronce y otros de hojalata. Es imponente imaginar a San Martín frente a esa situación tan emotiva y mostrando esa sensibilidad ante la causa de la Independencia de América”, relata Beatriz Bragoni, historiadora e investigadora principal del CONICET.

Para la académica, docente en la Universidad Nacional de Cuyo y experta en la vida y obra de San Martín, las convicciones y acciones del militar nacido en las misiones jesuíticas (actual territorio de la provincia de Corrientes) fueron de suma importancia, no sólo en aquella batalla ganada en Chacabuco sino también en la postura tomada frente al contexto político-militar. “Las Provincias Unidas eran las únicas que habían tenido la osadía de declararse independientes cuando la mayoría de los bastiones patriotas habían sido demolidos por las fuerzas de la contrarrevolución”, asevera.

¿Qué rol tenía la batalla de Chacabuco en el plan de San Martín para liberar a Chile?

La batalla de Chacabuco es de importancia fundamental en el plan continental de San Martín para liberar el continente. San Martín entendía que la revolución del Río de la Plata debía salir del virreinato y hacer la guerra en territorio chileno, con la idea de proseguir luego por vía marítima hacia Lima, centro de la opinión y recursos de la contrarrevolución. Sin embargo, la batalla de Chacabuco, si bien afianza el control del ejército y la jurisdicción patriota en Santiago y Coquimbo, deja pendiente el repliegue de las fuerzas realistas al sur, en Concepción y sobre todo en Talcahuano. Allí va a proseguir la guerra y demandará nuevos esfuerzos y acciones militares. Recién al año siguiente, con la batalla de Maipú, se va a consolidar la liberación de Chile, quedando todavía una porción del sur chileno en manos realistas, hasta la década del 20. Hay que tener en cuenta que las naciones no están constituidas desde el momento en que se producen las guerras de la independencia y la integración territorial de Chile tendrá una historia más larga.

¿Qué rol tuvo San Martin en esta batalla y cuál fue la estrategia o táctica implementada?

Hay que recordar que esta batalla se produce luego de emprender el cruce de los Andes. Las seis columnas salieron desde La Rioja, desde Mendoza y las principales fuerzas pasaban por el Paso de los Patos y el Paso de Uspallata. La estrategia que tenía San Martín era concentrar en una sola batalla al pie de los Andes, para que no se dispersaran las fuerzas y así evitar que sucesivos enfrentamientos desguazaran el ejército. Calculaba caer sobre las fuerzas realistas el día 14, pero se da cuenta de que hay una oportunidad antes y en la noche del 11 de febrero hace que su ejército se movilice. El plan de ganar la batalla en un solo encuentro se pudo cumplir: en Chacabuco hubo un solo enfrentamiento militar decisivo, anticipado por ciertas escaramuzas o asaltos. Estos últimos, igualmente, tuvieron una gran importancia porque permitieron ocupar Santa Rosa de los Andes, y San Felipe las cuales eran el centro de recursos del ejército realista, y al caer en manos de los patriotas les permitió abastecer a la tropa Los lugares por los que el ejército pasó no eran poblados, no había centros de abastecimiento que pudieran compensar la pérdida de ganado o de alimentos.

¿Con qué número de ejército contaban el movimiento patriota y cuál fue el número de bajas en las tropas realistas?

El ejército había demandado más de 10 mil mulas de carga, 1600 caballos y 700 reses, pero a Chile sólo llegaron 4300 mulas y 511 caballos, además de perderse 10 piezas de artillería. Lo importante es tener en cuenta que el número de bajas en las tropas revolucionarias fue por la batalla de Chacabuco pero también por enfermedades, por el frío y, en algunos casos, por deserción. Las fuerzas realistas, por su parte, estaban integradas mayoritariamente por americanos (oriundos de Valdivia y chilotes), más una pequeña porción integrada por españoles peninsulares, el regimiento Talavera. La guerra de recursos posibilitaba que los americanos que se quisieran cambiar de bandera y sumarse a la causa patriota pudieran liberarse de la prisión. Los que se negaban, junto a los españoles apresados, fueron enviados a Mendoza, San Luis y San Juan, donde fueron aplicados a la obra pública.

¿Cuál fue la respuesta del pueblo chileno ante el resultado de la batalla y ante la llegada de las tropas patriotas a Santiago?

La respuesta de la población varía por regiones. El área del valle del Aconcagua, Santiago y las intendencias de Coquimbo inmediatamente se plegaron a los lineamientos de los ejércitos de los Andes y a los lineamientos políticos de la Guerra por la Independencia. En este sentido fue de vital importancia la llamada guerra de zapa u opinión, con espías y agentes que le permitieron a San Martín obtener información fidedigna del estado de las tropas realistas en Chile y al mismo tiempo poder insurreccionar a las poblaciones rurales con el objeto de integrarlas a la causa de la independencia. Esas insurrecciones tuvieron más fuerza en Coquimbo, donde los líderes territoriales aceptan las nuevas reglas de juego, y en el valle del Aconcagua y Santiago. En esta última se forma el Ayuntamiento y Bernardo O'Higgins es electo jefe y director supremo, en línea equivalente a Juan Martín de Pueyrredón en las Provincias Unidas del Río de la Plata. En cambio, la zona de Concepción resiste la invasión. Ahí hay una cuestión que tiene que ver con el peso que tienen los intereses de Lima y el apoyo de algunas parcialidades indígenas a la causa del Rey, y no a la causa patriótica. En abril del 1817 las tropas patriotas deben emprender la marcha hacia el sur, donde la guerra se prolongará hasta 1818. La batalla de Maipú, más adelante, terminará de cerrar la independencia en las viejas tres intendencias: Coquimbo, Santiago y Concepción.

¿Cuáles fueron los factores claves para entender el éxito tanto en la batalla de Chacabuco como en toda la gesta libertadora?

La Cordillera como escenario pone como agenda la guerra de recursos en la guerra de la independencia. La independencia no se ganó solamente en las grandes batallas sino que se ganó en la opinión y en un conjunto de enfrentamientos que lo que hacían era disminuir las chances del adversario. En el caso de la campaña de los Andes fueron fundamentales los éxitos que se obtienen en enfrentamientos anteriores (Achupallas, Coimas y Guarda Vieja) porque le proporcionó al ejército revolucionario suministro de alimentos, caballos, mulas, además de cortarle la comunicación al enemigo. Eso habla de una planificación militar y  fue un éxito tan relevante como haber ganado la batalla en el cuerpo a cuerpo.

Beatriz Bragoni es Doctora en Historia, investigadora principal del CONICET y profesora regular de Historia de las Instituciones Argentinas, en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Cuyo. Además, es autora de 
San Martín: del soldado del Rey a héroe de la Nación (2010) y de José Miguel Carrera, un revolucionario chileno en el Río de la Plata (2012).