Una esperanza contra la distrofia muscular de Duchenne

Es una de las enfermedades genéticas más frecuentes. Si bien es una utopía pensar hoy en una cura, varias líneas de investigación a nivel mundial permiten imaginar el surgimiento de tratamientos eficaces para enfrentar la distrofia muscular de Duchenne.

La doctora Florencia Giliberto, directora del Laboratorio de Distrofinopatías del Instituto de Inmunología, Genética y Metabolismo (INIGEM, CONICET-UBA), lleva más de 20 años estudiando la distrofia muscular de Duchenne y, en esta entrevista a la Agencia CTyS-UNLaM, comenta la importancia de que esta enfermedad tome más conocimiento para que los laboratorios inviertan en el desarrollo de medicamentos y cuenta de un hallazgo del que ha participado en el año 2008 y que, quizás algún día, podría permitir el desarrollo de un tratamiento efectivo.

¿Qué es la distrofia muscular de Duchenne?
Es una enfermedad progresiva, degenerativa, producida por alteraciones en el gen DMD, que es el gen más grande del genoma humano. Los primeros síntomas aparecen a edad temprana. Los chicos con Duchenne tienen dificultades para caminar, subir escaleras, tienen calambres, caídas frecuentes y aumento de una enzima muscular (CPK). Y, a medida que crecen, los músculos comienzan a atrofiarse hasta llegar a padecer complicaciones de salud severas.

¿Por qué solamente presentan síntomas los hombres?
El gen DMD se encuentra localizado en el cromosoma X. Como los hombres tienen un solo cromosoma X, si éste se encuentra alterado o mutado no es capaz de producir la proteína necesaria para que realice su función y, por eso, desarrollan la enfermedad. En cambio, las mujeres, al tener dos cromosomas X, aunque tengan uno de ellos alterado, la maquinaria celular utiliza el sano para generar proteína y la mitad de dosis es suficiente para que no tengan síntomas.

¿En qué consisten las investigaciones que realizan en el Laboratorio de Distrofinopatías?
Identificamos a nivel molecular qué partes del gen están alteradas en los chiquitos afectados con Duchenne de nuestro país. También, estudiamos a las familias e identificamos a las mujeres portadoras de una alteración en este gen, en cuyo caso se puede hacer prevención, asesoramiento genético y estudios prenatales.
Hoy en día las terapias para este tipo de enfermedad son personalizadas, es decir, dependiendo del tipo de alteración molecular se determina cual es la terapia que mejor se ajusta para cada niño. Es por eso que cobra importancia la detección temprana de la mutación.

Al realizar estas descripciones, hicieron un descubrimiento muy importante en el 2008…
En el año 2008, estábamos caracterizando a la familia de un chiquito con una enfermedad hermana de Duchenne, llamada Becker, que es muy parecida pero más leve. Fue un hallazgo encontrar que el abuelo presentaba la misma alteración que el nieto afectado, aunque sin tener síntomas. Luego, se detectaron en la familia dos chicos más con la alteración y sin síntomas. Esto nos permitió dilucidar que la parte de la proteína implicada en la alteración no sería fundamental para la funcionalidad de la misma. Este conocimiento podría ser utilizado en las terapias conocidas como salteo de exones para tratar a los niños con Duchenne.

Entonces, es posible imaginar que, en algunos años, se puedan desarrollar terapias efectivas para tratar esta enfermedad…
A partir de conocer en profundidad cómo son las alteraciones que poseen los pacientes con Duchenne, los laboratorios empiezan a desarrollar drogas que apuntan a editar los distintos tipos de mutaciones en el gen DMD.
Las terapias génicas se iniciaron hace 20 años, sin embargo, es recién ahora cuando cobran suma relevancia para esta enfermedad. Hoy existen más de 40 drogas en estadios de desarrollo para tratar la distrofia muscular de Duchenne y tengo toda mi esperanza en que pronto aparecerán más tratamientos eficaces que lleguen al mercado para tratar a los chiquitos que padecen esta enfermedad.

¿Por qué es importante que se conozca más esta enfermedad y de qué manera esto puede ayudar a la investigación?
La distrofia muscular de Duchenne ha cobrado más difusión gracias al esfuerzo y el empuje de los padres y familiares de chicos con Duchenne. Por ejemplo, el 7 de septiembre se conmemora el día de concientización de Duchenne y se llevan a cabo, en todo el mundo, eventos en donde se pide a la comunidad que participe para difundir esta enfermedad.
También nosotros, los investigadores, nos hemos sumado a formar equipos interdisciplinarios para entrenar a los profesionales de la salud implicados en el trato de los chicos con Duchenne. Es importante dar a conocer la gravedad de esta enfermedad y la cantidad de familias afectadas en el mundo, para que las empresas farmacéuticas inviertan en el desarrollo de drogas.

En el año 1994, siendo estudiante, la doctora Florencia Giliberto comenzó a abocarse a la investigación en la distrofia muscular de Duchenne junto al doctor Sergio Baranzini. Durante su carrera, ha trabajado en conjunto con las investigadoras Irene Szijan y Verónica Ferreiro. Actualmente, desarrolla sus investigaciones en el laboratorio de Distrofinopatías junto a la becaria doctoral Leonela Luce. Giliberto trabaja muy cerca de las familias de los chicos con este padecimiento y asegura: “La investigación sobre Duchenne es la dedicación de mi vida y, todos los días, pensamos y tratamos de contribuir para mejorar el conocimiento sobre esta enfermedad”.