Una travesía por el derecho al agua

Representantes de la Asamblea Jachal No Se Toca de San Juan recorrieron más de 1300 kilómetros en bicicleta para frenar, frente al Congreso de la Nación, la modificación de la Ley Nacional de Glaciares, y evitar así el desarrollo de decenas de proyectos mineros.

(Agencia CTyS-UNLaM) – “Somos nosotros los que venimos con un grito simple, sencillo, que vamos a replicar por todas partes, porque los glaciares no son ni de Jáchal ni de San Juan, ni de los pueblos patagónicos: los glaciares son de todos. ¡La ley de glaciares no se toca porque los glaciares no se tocan!”.

Quien habla es Domingo Jofre, referente de la Asamblea Jáchal No Se Toca de San Juan que, junto con sus compañeros, recorrió 1300 kilómetros en bicicleta desde San Juan hasta la Capital Federal con dos demandas concretas: que efectivamente se cumpla y no se modifique la Ley Nacional de Glaciares.

Una multitud de ciudadanos de a pie, activistas, funcionarios, artistas e intelectuales se acercaron a la plaza frente al Congreso de la Nación a recibirlos. Desde el escenario se replicaba una consigna simple, pero que resume la urgencia porque se respete el único instrumento legal para proteger los glaciares y ríos de la actividad minera: el agua vale más que el oro.

A fines del año pasado, el presidente Mauricio Macri dio a conocer su intención de excluir a los glaciares menores de una hectárea y a las áreas periglaciares de la protección de la Ley 26.639. Con esta modificación, 40 proyectos mineros podrían comenzar a operar en zonas en las que nacen distintos ríos de montaña, que son la principal fuente de agua de los pueblos.

La modificación en el alcance de la normativa legalizaría lo que ya ocurría en la práctica. Distintos proyectos mineros, como la mina Veladero ubicada en San Juan, ya operan hace más de una década en regiones donde el extractivismo es ilegal. Los resultados fueron graves: tan solo esta mina dejó un saldo de al menos tres derrames de cianuro en ríos y napas de los que se extrae agua para consumo humano.

Este caso ha dado lugar a un fallo sin precedentes para las luchas ambientales en Argentina. Hace dos meses, el juez federal Sebastián Casanello condenó a tres exsecretarios de Medio Ambiente por incumplir la Ley Nacional de Glaciares al facilitar el desarrollo de extractivismo minero en zonas prohibidas por presencia de glaciares y de ambiente periglaciar. Sin embargo, la empresa todavía no ha sido juzgada por su actividad irregular.

La problemática que padecen los habitantes de Jachal con la mina Veladero y Pascua Lama tiene su réplica en distintos pueblos de la cordillera. Entre ellos se encuentra el caso de los Autoconvocados de Chilecito, una comunidad en la provincia de La Rioja que lucha por la prohibición de actividades extractivas en el cerro Famatina, y el de los habitantes de Andalgalá que luchan contra la megaminería en distintos yacimientos de Catamarca.

Aida Saavedra, integrante de la comunidad de Chilecito, vino a Buenos Aires a apoyar los vecinos de Jachal y a exponer su problemática. “Quieren crear un Parque Nacional en el cerro Famatina, pero nosotros nos oponemos a esa iniciativa por el hecho de que no nos garantiza que no se va a explotar la minería: ya tenemos como antecedente el parque San Guillermo, que ahí es donde están explotando la mina Veladero de San Juan”, explicó la activista en dialogo con Agencia CTyS-UNLaM.

A su vez, denuncia que la iniciativa de convertir la zona en área protegida genera, paradójicamente, una desprotección de los ríos y una modificación en la cultura de la gente que vive en los cerros, que perdería su “territorialidad”. “Nos solidarizamos con la gente de Jáchal porque en definitiva la lucha es una sola, defender el agua del lugar”, concluye.

"Cuidar la casa común"

Distintos referentes del arco político opositor estuvieron presentes en el arribo de los activistas. Desde el escenario, el periodista y exdiputado nacional, Miguel Bonasso, denunció al gobierno y a las empresas transnacionales por su accionar sobre los recursos naturales, e instó a “sacudir a la sociedad mercantilizada y fosilizada” para hacer propio el reclamo de los pueblos cordilleranos afectados.

También acompañaron intelectuales como la socióloga Maristella Svampa, y referentes de la lucha por los Derechos Humanos, como el activista y premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel que, consultado por Agencia CTyS-UNLaM, expresó: “Realmente nos están dando un ejemplo de coraje, de resistencia, de entereza y de defensa de la vida, de la Madre Tierra, del agua. Lamentablemente, los gobiernos privilegian el capital financiero sobre la vida del pueblo, y aquí se está violando el derecho de los pueblos”.

En consonancia con Miguel Bonasso, Pérez Esquivel señaló que se debe generar consciencia en la sociedad y que, para ello, hay que “hacer fuerza desde las universidades, las organizaciones, las iglesias y los sindicatos, y reclamar así el derecho a cuidar la casa común, que es lo único que tenemos”.