El sector agropecuario es el mayor consumidor de agua

Pese a que las campañas de concientización se centran en el consumidor domiciliario, la agricultura es el sector productivo que utiliza más cantidad de agua, por eso es fundamental aplicar estrategias de protección.

Agencia CTyS (Leandro Lacoa) - En el nuevo milenio, el agua es un recurso natural estratégico que cada vez tiene más valor económico, por su escasez en el mundo. No obstante, Argentina tiene una óptima disponibilidad de agua, ya que supera 20 veces los límites establecidos por los organismos internacionales, que establecen que cada individuo debe disponer, como mínimo, de mil metros cúbicos por año.

En los últimos años, sobre todo luego de la cumbre de Río de Janeiro (1992), la disminución de las reservas de agua potable es un problema determinante para muchos países. Desde entonces, las campañas de concientización priorizan el cuidado de agua a nivel domiciliario, sin embargo el sistema productivo es el principal foco de consumo.

El sector agropecuario es el mayor consumidor de agua en la mayoría de los países del mundo. En la actualidad, Argentina tiene más de dos millones de hectáreas de cultivos que dependen del riego.

“La agricultura irrigada es el mayor consumidor de agua dulce y, si se suma el agua precipitada, almacenada y posteriormente utilizada para los cultivos y pasturas de secano, esta actividad promedia su consumo en un 75% de toda el agua utilizada en nuestro país”, sostuvo Daniel Prieto, coordinador del proyecto de la Red Gestión de los recursos hídricos para el sector agropecuario del INTA.

La calidad del agua

Además de la cantidad de agua que se utiliza, los especialistas necesitan analizar su calidad y su aplicación en diversas actividades.

El ser humano necesita ingerir agua de excelente calidad para evitar trastornos de salud, sin embargo para tareas domésticas como la descarga de sanitarios o el riego de jardines no se consideran los mismos parámetros. Asimismo, la calidad requerida varía considerablemente para la actividad agropecuaria.

”El agua azul es la de los ríos y las aguas subterráneas, mientras que el agua verde es la que proviene de las precipitaciones y que se acumula en el suelo y es directamente utilizada desde este por la vegetacion, sea esta natural o cultivada”, distinguió el especialista, quien considera que es excesivo el uso del “agua azul” para el riego, en detrimento de otros tipos que pueden reutilizarse para disminuir el uso de agua potable.

En varios estudios de la Red Gestión de los recursos hídricos del INTA se comprobó que un tipo de agua con cierto grado de contaminación, denominada “agua gris”, que  podría recuperarse para el riego. Lo que resulta imposible para el caso de las “aguas negras”, que no pueden reutilizarse porque contiene contaminantes peligrosos.

“Con un uso eficiente del riego se puede producir más y también aumentar la eficiencia del recurso, que hoy está en promedio en un 37 por ciento, es decir, se aprovechan 37 metros cúbicos por cada 100 utilizados”, destacó Prieto, aunque remarcó “que esto no quiere decir que el resto del agua se pierda, pero no se aprovecha el recurso al máximo”.

La radiografía hidrológica de Argentina

Según datos de la Subsecretaría de Recursos Hídricos, Argentina dispone de 21.315 metros cúbicos de agua anuales por persona.

”Argentina supera los 1.000 metros cúbicos anuales per cápita aceptados internacionalmente como el límite para considerar a un país o región en fase de estrés hídrico. Es decir que, en nuestro país, la demanda de agua es menor a la cantidad disponible”, consideró Prieto.

Sin embargo, este valor es un promedio que no considera las asimetrías en la disponibilidad del agua a nivel regional y tampoco refleja la cantidad exacta de agua subterránea de la que dispone todo el territorio nacional.

El investigador del INTA aclaró que “hay que considerar que casi el 76 por ciento del territorio nacional es semiárido o árido y dispone de tán sólo 18% del agua superficial disponible. En estas zonas, la utilización del recurso para el sector agrícola puede rondar el 90 por ciento, lo que provoca que estas regiones tengan números cercanos o hasta a veces inferiores a los 1.000 metros cúbicos por persona y por año”.

El rol de la investigación

La disponibilidad de los recursos hídricos es un problema reciente para los gobiernos, pero también, para los grupos de investigación que a lo largo del país intentan cuidar el recurso elemental desde diferentes disciplinas.

Desde 2006, el INTA desarrolla el proyecto de la Red Gestión de los recursos hídricos para el sector agropecuario, que coordina el Dr. ingeniero Daniel Prieto. Este proyecto pertenece al Área Estratégica de Recursos Naturales, a cargo del Licenciado Leopoldo Montes.

Las acciones del INTA intentan analizar el estado de los recursos naturales en todo el país y fundamentalmente desarrollar tecnologías para el mejor uso de la misma por todas las tipologias de producciones, desde la periurbana hasta la agricultura y ganadería extensiva

”A nivel nacional estamos estudiando cómo aprovechar mejor el agua incluyendo además de la azul las aguas verdes y grises. y estamos muy preocupados por la realización de un inventario sobre la cantidad disponibley la calidad de las aguas subterráneas”, indicó Prieto.

Asimismo, indicó que “los productores agropecuarios necesitan incorporar dos aspectos en la producción bajo riego: el ingenieril, que se relaciona con la buena elección, el diseño y la operación de los sistemas de aplicación del agua y el agronómico, que tiene que ver con la necesidad conocer las necesidades de agua de cada cultivo y los momentos en que estos harán mejor utilizacion del agua de riego”.

La gestión del agua en Argentina implica considerar la situación de cada región geográfica que se enfrenta a diferentes problemáticas ambientales, socioeconómicas y hasta culturales en relación al uso del recurso.