Trazabilidad: Un historial de registro para la salud

Investigadores de la Universidad Nacional de La Matanza junto con el Hospital Ballestrini y el Ministerio de Ciencia trabajan en conjunto para realizar verificaciones técnicas en los equipos electromédicos que funcionan en los hospitales del partido.

Agustina Fuertes (Agencia CTyS) – A José le dolía mucho el pecho y, al llegar al hospital, los médicos le informaron la peor noticia: el electrocardiograma marcaba que estaba teniendo un infarto. Sin embargo, cuando los especialistas midieron sus signos vitales, todo parecía estar dentro de lo normal. ¿Qué estaba pasando? Luego de un segundo chequeo, le informaron que no se trataba de un problema de salud, sino que el equipo utilizado para diagnosticarlo estaba mal calibrado y arrojaba un resultado erróneo.

En la actualidad, este desperfecto técnico ocurre periódicamente y nada tiene que ver con el prestigio, nivel social o recursos disponibles de la institución médica, sino con una falla en la trazabilidad, historia y seguimiento de los equipos con los que deben trabajar los profesionales día a día.

Esta situación motivó a la Universidad Nacional de La Matanza, especialmente al Decano Ing. Osvaldo Spositto, al Ing. Andres Dmitruk, al Dr. Ing. Daniel Giulianelli  y a Gustavo Sierra y Carlos Calvo, ambos ingenieros electrónicos egresados de la Universidad Nacional de La Matanza, a desarrollar un proyecto de investigación que garantice la confiabilidad de los resultados médicos a través de una correcta calibración de los equipos y la capacitación de quienes los utilizan.

Monitoreo de uso

Si bien la trazabilidad tiene como objetivo verificar que los estudios se realicen con equipos confiables y mantengan los valores para los cuales han sido fabricados, también es importante que la manipulación de estos aparatos sea correcta, y para que esto se produzca, los investigadores planean capacitar el personal de las instituciones involucradas.

“Por ejemplo, un aparato médico, en condiciones normales, debería calibrarse una vez por mes. Sin embargo, en un equipo mal utilizado, es muy probable que la calibración deba hacerse todos los días, y es por eso que hacemos mucho hincapié en la capacitación”, detalla Sierra.

Los investigadores plantean, además, un programa de visitas en donde pueda llevarse el instrumental adecuado para realizar el trabajo “in situ” para aquellos equipos que no puedan retirarse del lugar. “Allí haríamos las calibraciones básicas en el lugar donde se encuentran los equipos, lo que permitiría que los profesionales continúen utilizándolos con sus pacientes”, explica el ingeniero Calvo a la Agencia CTyS.

Este trabajo cuenta con el apoyo de la ley 26.906, la cual establece que tanto el software como el hardware de los equipos electromédicos en uso o a instalarse deben ser verificados periódicamente. “Esta ley contempla también la creación de un departamento de ingeniería biomédica, en donde se evalúa que, luego de la reparación, el equipo quede con un margen de confiabilidad aceptable”, detalla el ingeniero Sierra.

Por su parte, Calvo explica que ya hicieron un relevamiento de la cantidad de unidades que se encuentran funcionando en los hospitales matanceros y así “poder realizar las verificaciones periódicamente en el nuevo polo tecnológico, lo cual va a garantizar que los aparatos cumplan con las especificaciones de los fabricantes y que los resultados sean confiables”, concluye.