En Chaco, abrirá una planta lechera con la supervisión del INTI

La usina láctea se está construyendo en Villa Ángela y promoverá el resurgimiento de los productores locales que fueron abandonados por el avance de las políticas neoliberales. Allí, se elaborará leche, quesos, cremas y el Yogurito desarrollado por el CERELA-CONICET, permitiendo que este probiótico llegue gratuitamente a las escuelas del Noreste del país.

Agencia CTyS - El director de INTI Lácteos, Roberto Castañeda, comentó a la Agencia CTyS que “en el Chaco había dos usinas lácteas hasta la década del 90, cuando fueron compradas por grandes grupos económicos, que las cerraron y se apoderaron del mercado, haciendo que los productores de la provincia quedaran relegados, porque nadie les iba a comprar”.

Al respecto, el coordinador de la Unidad Operativa NEA del INTI, Remigio Colcombet, aseveró que “aquellas dos usinas lácteas funcionaban a pleno y abastecían a todo Chaco, e incluso zonas de Corrientes y Formosa, pero, luego de que fueron desmanteladas, las corporaciones ubicadas en Buenos Aires se aseguraron la venta de leche en polvo por una cantidad que equivale a 50 mil litros diarios”.

“El largo traslado que actualmente se realiza de esta leche en polvo es otro de los factores que muestran la necesidad de impulsar el desarrollo local, porque el costo de combustible es elevado para 1000 kilómetros de transporte desde el centro del país”, observó Colcombet.

Como claro cambio de época, desde mediados de este año, los productores chaqueños tendrán aseguradas la venta de la materia prima que abastecerá a la usina láctea, donde se fabricarán quesos, crema, dulce de leche y también el yogur probiótico del CONICET, capaz de reducir los casos de infecciones intestinales y respiratorias en un 50 por ciento.

Ya son visibles las paredes y la estructura de la futura planta lechera, que tendrá 800 metros cuadrados cubiertos, en un terreno total de 15 mil metros cuadrados, ubicados en cercanías a la ruta provincial 95, en el municipio de Villa Ángela.

La usina procesará 10 mil litros de leche por día, lo que representa una quinta parte del consumo de todo Chaco. En torno a este desarrollo local, la labor del INTI es brindar el asesoramiento y el saber cómo para que la planta quede instalada y se promueva la lechería en la región.

Castañeda indicó que la planta láctea, que implica una inversión de 6 millones de pesos, “contará con la tecnología suficiente para desarrollar el Yogurito y así podremos empezar a distribuirlo a los chicos de las escuelas y hospitales del Noreste de la Argentina, según nos había pedido el ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva a la gente del INTI”.

Un nuevo paradigma entre el Estado, las empresas y la investigación

El Yogurito fue desarrollado por el CERELA-CONICET y ya se reparte gratuitamente en el Noroeste del país. Durante 2012, su distribución se expandirá también a las provincias del Noreste.

La directora del CERELA, la doctora Graciela Font, comentó a la Agencia CTyS que con estas nuevas usinas “la idea es generar innovación desde el propio territorio y, si hay cuencas lecheras, que no necesariamente deben ser de vaca, porque también pueden ser caprinas, ovinas, de búfalo, se puede usar la ciencia y la tecnología para generar nuevos productos, y en este caso extender las bondades del Yogurito a más provincias”.

“Este proyecto es muy especial y se podría decir que es un ejemplo de cambio de paradigma, en el cual el Estado, el sector empresario y el sector académico se unen para el desarrollo y un fin social”, agregó la investigadora.

Así, este programa no solo tiene como objetivo reducir las infecciones intestinales y respiratorias en los chicos que asisten a las escuelas, sino que también busca reforzar las economías regionales mediante la consolidación de productores cooperativos o Pymes que fabriquen el yogur localmente.

Por ello, además de la planta lechera que se construirá en Villa Ángela, la Cooperativa Alto Uruguay Limitada (CAUL) comenzará a fabricar Yogurito en la provincia de Misiones, también con la supervisión y el “saber cómo” aportado por el INTI.