Cuenta regresiva para el lanzamiento del satélite SAOCOM 1B

Debido a un retraso en un despegue anterior desde la base de Cabo Cañaveral, en Florida, EEUU, el lanzamiento del satélite argentino se reprogramó para el fin de semana, sin fecha confirmada aún.

Agustina Lima (Agencia CtyS-UNLaM) - La Misión SAOCOM conforma el proyecto más ambicioso hasta el momento de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE). El satélite estaba previsto para ser lanzado este viernes 28 en conjunto con la empresa norteamericana SpaceX, que se encuentra a cargo del vehículo lanzador Falcon 9, pero debido a demoras en un despegue anterior, se espera fecha de reprogramación para fin de agosto.

Este lanzamiento de SAOCOM 1B debió ser reprogramado con anterioridad dos veces, la primera fecha estaba prevista para el 30 de marzo, que por la pandemia de COVID-19 fue suspendida y luego pasó para el 25 de julio, que también debió ser reprogramada por detalles necesarios del lanzamiento, como pruebas en los distintos dispositivos de seguridad en el cohete lanzador y controles técnicos.

El ingeniero Leonel Garategaray, responsable de servicios de Lanzamiento de la Misión SAOCOM 1B, indicó a la Agencia CTyS-UNLaM que “la órbita definitiva para el lanzamiento está prevista en unos 620 kilómetros de altitud aproximadamente, y su ejecución depende de que las condiciones climáticas sean óptimas, tanto ambientales como meteorológicas”.

Además, se espera que, en los primeros quince minutos posteriores al despegue, se reciban las primeras señales de comunicación del satélite desde el espacio. En tanto, en los seis meses posteriores, se realizará la calibración del instrumento para que pueda aportar datos al sector agropecuario.

En un principio, las acciones de soporte para el comando y monitores estaban previstas para ser realizadas desde el Centro Espacial Teófilo Tabanera, ubicado en Córdoba, pero debido a las restricciones impuestas por el COVID-19, como la imposibilidad de viajar, el aislamiento y las medidas de seguridad e higiene, la CONAE conformó grupos de soporte que asistirán el lanzamiento de forma remota.

“En Córdoba, se encuentran los mínimos e indispensables que son quienes deben operar el satélite, después hay un cuarto de soporte en Buenos Aires y otro en Bariloche. En cada uno, se armaron equipo de trabajos, que cumplen con todas las medidas necesarias de prevención en relación al COVID-19; las computadoras están separadas por la distancia necesaria, cuando llegamos nos toman la temperatura, nos rociamos en alcohol en gel, entre otras cuestiones”, indicó Garategaray.

El satélite SAOCOM 1B se integrará al Sistema Ítalo Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (SIASGE) junto a su gemelo 1A. “Este lanzamiento debería haber sido el repetir algo que ya habíamos hecho, aunque en este nuevo contexto va a ser distinto, pero contamos con la experiencia y los grupos capacitados para llevarlo adelante”, concluyó el experto.

El proceso de lanzamiento

Desde la base operativa ubicada en Córdoba, el Jefe de operaciones de la Misión SAOCOM 1B, Lucas Bruno explicó: “Una vez que el satélite es lanzado, en los quince minutos posteriores, lo primero que hacemos es asegurarnos que recibimos telemetría, ya que el lanzador inyecta al satélite, lo separa, y nosotros esperamos recibir esa primera comunicación. En este tiempo, el satélite prende el sensor y abre los paneles solares para empezar a cargar las baterías”.

Es por esto que, los primeros minutos son claves para conocer si el satélite podrá ser operado con normalidad o los especialistas deberán activar protocolos de contingencia para complementarlo.

En el mes posterior al lanzamiento, se espera que el equipo instalado en Estados Unidos regrese al país y, luego de cumplir con el tiempo estimado de cuarentena obligatoria, se sumen a las actividades en conjunto con las bases de Bariloche, Córdoba y Buenos Aires.